Roberta vivía en Oruro y llegó en diciembre a Cochabamba, para pasar la Navidad en familia. Mientras la mayoría hacía la comida y los preparativos para la cena del 24 de diciembre, los niños salieron al parque a jugar y dejaron la puerta de calle abierta. Roberta salió y nadie más supo de su paradero.
Desde entonces, la buscaron en todos los centros, hospitales y otras instituciones, pero nadie sabe de Roberta. Una pareja en Sacaba dice haberla visto y que la acogió en su casa una noche, pero que al día siguiente se fue sin decir nada.
Ella sufre de Alzheimer y no recuerda a sus familiares, por lo que sus hijos temen que sea víctima de explotación laboral, ella hace varias labores domésticas de manera rápida.
“Si la víctima es una persona con discapacidad o deficiencia psíquica, según el parágrafo III del Código Penal, la pena se agrava y va de 15 a 20 años de cárcel”, indicó Cortez.