Los exjefes militares Gonzalo Terceros y Palmiro Jarjury, ambos imputados en el denominado caso “golpe de Estado I”, aseguran que en 2019 no se rompió la cadena de mando en las Fuerzas Armadas (FFAA), porque respaldaron hasta el último momento al Gobierno legalmente constituido y brindaron toda la seguridad física necesaria a su investidura y de sus acompañantes, según memorial al que EL DIARIO tuvo acceso. “Estamos en la facilidad y a la altura de demostrar que pese a que el expresidente Evo Morales había decidido dimitir antes de la lectura de la sugerencia del excomandante en jefe, Willams Kaliman, las FFAA respaldaron hasta el último momento al gobierno legalmente constituido”, se lee en el documento.
Recuerdan que la noche del día 10 de noviembre y al día siguiente, el expresidente se encontraba en instalaciones militares, tanto en el hangar de la ciudad de El Alto, el aeropuerto de Chimoré (Cochabamba) controlado por militares, hasta que el avión mexicano abandonó el espacio aéreo boliviano, aproximadamente a las 23.00 horas del 11 de noviembre de 2019.
Refieren que todas las actividades fueron supervisadas estrictamente y de manera personal por el exministro de Defensa, Javier Zavaleta, quien renunció a su cargo públicamente a primera hora del día 12 de noviembre de 2019.
“En horas de la noche del mismo día (12/11/2019), cuando se posesionó como presidenta, la senadora Jeanine Añez, nosotros a la cabeza del Gral. Williams Kalimán, pusimos a disposición nuestros cargos como acto de lealtad al presidente Morales”, se lee.
Los militares ofrecen como prueba la declaración del exsenador Oscar Ortiz Antelo prestada en fecha 12 de agosto de 2021, la cual cursa en el cuaderno de investigaciones.
“El informe que dieron fue que había una conflictividad muy peligrosa, y que ellos no tenían las más mínimas condiciones de controlar esta situación porque no tenían los elementos necesarios, y seguidamente dijeron que como ellos habían sido nombrados por el presidente Evo Morales, no correspondía que ellos continuaran en el mando por otra presidencia, y por lo tanto solicitaban inmediatamente ser relevados”, fue la declaración de Ortiz.
HECHOS RELEVANTES
En el memorial presentado, los militares describen de manera cronológica lo que ocurrió esos días, los lugares donde se desarrollaron los hechos y nombran a personas que estuvieron presentes y pueden dar fe de lo acontecido.
En el libro “Volveremos y seremos millones” de la editorial Planeta, Evo Morales explica que un día antes de su renuncia, el 9 de noviembre de 2019, ya había tomado la decisión de renunciar.
“Entonces dormí con la conciencia tranquila, la decisión de renunciar era un buen cálculo para evitar una masacre. Renuncié el domingo” donde también señala que lo hacía para evitar confrontaciones entre hermanos y un posible derramamiento de sangre.
“Cuando refirió ‘para evitar confrontaciones’ sus autoridades evidenciarán que tiene similitud con la sugerencia que realizó el Gral. Williams Kaliman, al señalar en su comunicado lo siguiente: ‘(…) permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia’ es coincidente; si bien no sabíamos del contenido de ese comunicado, pero es coincidente y concluiremos que tuvo el mensaje de pacificación para Bolivia y eso es lo que se debe destacar en honor a la verdad”, refieren los militares en su memorial de fecha 24 de agosto de 2022.
Recuerdan que a las 13.09 aproximadamente del día 9 de noviembre de 2019, Morales mediante la estatal Bolivia TV, convocó al diálogo a los líderes de los partidos políticos con la finalidad de hallar soluciones para la pacificación del país, sin embargo, éstos lo rechazaron.
A las 14.51 aproximadamente del día 9 de noviembre de 2019, el rector de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), Freddy Medrano, pidió públicamente la renuncia de Evo Morales, de los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la convocatoria a nuevas elecciones presidenciales. Esa casa superior de estudios era aliada de Morales.
A las 17.00 horas aproximadamente del día 9 de noviembre de 2019, el expresidente convocó a reunión del Alto Mando Militar (ministro Zavaleta, Gral. Kaliman, almirante Arce, Gral. Fernández, Gral. Mendieta, Gral. Terceros, almirante Jarjury), en el despacho de la Residencia Presidencial, donde fueron recibidos por su jefa de gabinete, Patricia Hermosa.
A esa reunión también asistieron el exvicepresidente Álvaro García, el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y el exministro de Gobierno, Carlos Romero Bonifaz.
“En esa reunión, el Gral. Kaliman expuso la situación que se vivía en el país, hizo conocer que no se contaba con munición antidisturbios y no letal, además que la situación era crítica en cuanto a munición, a tal punto que las últimas granadas de gas, a solicitud del Jefe de la Casa Militar, fueron entregadas a la Unidad de Seguridad para Altos Dignatarios de Estado (USDE)”, se lee en el memorial.
La respuesta de Morales fue que no empleará a las FFAA contra el pueblo y que la presión social sería neutralizada por los movimientos sociales, ordenando a los militares todo el apoyo y que mantengan la seguridad de las instalaciones militares y sigan operando los aeropuertos.
“Finalizada la reunión, la Jefa de Gabinete invitó a todos a pasar al comedor de la Residencia Presidencial, donde se encontraban los ministros Diego Pary, César Cocarico, Héctor Arce Zaconeta, Manuel Canelas, Roberto Aguilar, Gabriela Montaño, Tito Montaño, Cesar Navarro, Wilma Alanoca, el asesor del MAS Hugo Moldiz, el exgobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, y el exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic), Nicolás Laguna.
CONVERSACIÓN KALIMÁN /MORALES
A las 23.00 horas aproximadamente del día 9 de noviembre de 2019, Kaliman, de acuerdo a reportes de Inteligencia, solicitó una segunda audiencia con el expresidente Morales.
“Ésta vez se reunió solamente con el Alto Mando en pleno, siendo recibidos esta vez por el asistente del expresidente, Luis Hernán Solís Morales, en el despacho de la Residencia Presidencial, donde el Jefe del Estado Mayor y el Inspector General del Comando en Jefe, realizaron una prospectiva de la situación que estaba viviendo el país, enfatizando que cada momento que transcurría se tornaba más crítico y que se debería tomar una decisión urgente para bajar la tensión del conflicto, considerando que en ese momento la demanda de la población era la anulación de las elecciones, de no tomarse una decisión inmediata podría escalar el conflicto y aumentar el pedido de otras demandas. La respuesta del expresidente fue que él era valiente (macho) y sabría salir de ese conflicto ya que en otras oportunidades ya había salido de este tipo de situaciones peores a ésas, recomendando nuevamente que nos quedemos en nuestros cuarteles y cuidemos los armamentos”.
Finalizada la reunión y de acuerdo a registros, el expresidente se trasladó a la ciudad de El Alto en “caravana militar”, hacia el Hangar Presidencial, Unidad Militar y Base de Operaciones del Grupo Aéreo Presidencia, dependiente de la Primera Brigada Aérea, con la finalidad de descansar y pasar la noche.
A las 7.35, aproximadamente, del día 10 de noviembre de 2019, Morales acompañado por dirigentes de la Conalcam, Bartolinas, Central Obrera Boliviana, Interculturales, Fejuve El Alto, Csubtcb y Magisterio Rural, emitieron un comunicado desde la Sala de Conferencias al Hangar Presidencial, Unidad Militar y Base de Operaciones del Grupo Aéreo Presidencial dependiente de la Primera Brigada Aérea.
Luego de esos hechos, vinieron las renuncias de legisladores y las solicitudes de renuncia de Evo Morales, misma que se concretó a las 16:00 horas aproximadamente del 10 de noviembre.