La madrugada del 22 de septiembre el dirigente cocalero César Apaza fue interceptado por al menos ocho sujetos no identificados encapuchados cuando bajaba de un taxi en inmediaciones del mercado de los productores de coca de La Paz (Adepcoca) en Villa Fátima.
Los desconocidos, que luego resultarían ser policías, le rociaron abundante gas lacrimógeno en la cara para reducirlo. Apaza se defendió, pero lograron introducirlo a un vehículo sin placas, donde recibió más golpes para inmovilizarlo.
En ningún momento de la intervención, similar a la modalidad delincuencial de un secuestro exprés, alguien se identificó como policía o fiscal para dar legalidad al operativo.
“Esos supuestos policías y digo supuestos porque tengo la sensación de que son parapolicías, no son policías, golpean sin medida, la forma como agreden, no se identifican, prefabrican pruebas, en ningún momento actuaron como en ley corresponde, informándole que está aprehendido por tales delitos, no, lo golpearon y se lo llevaron”, dijo a ANF la vicepresidenta de la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia, Marina Vargas.
Tras la violenta aprehensión, Apaza siguió recibiendo golpes en el vehículo sin identificación que lo llevaba sin destino conocido.
Recuerda que solo se sintió más aliviado cuando se dio cuenta de que llegaba a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) La Paz. Ingresó descalzo, custodiado por los efectivos, por la puerta principal de la calle Sucre.
Fue introducido al primer ambiente a mano derecha. Ahí esperaba el coronel Rolando Rojas, director departamental de la Felcc para garantizar que Apaza firme la orden de aprehensión. Ante la negativa, policías de civil arremetieron contra el dirigente: una contundente patada a la altura de riñón derecho lo hizo doblar de dolor, los golpes seguían contra toda su humanidad, espalda, abdomen y cabeza hasta que se desplomó, en ese momento otro policía le aplicó un fuerte pisotón en la mano derecha que le causó otro intenso dolor.
Posteriormente un examen forense estableció que Apaza tenía contusiones (lesiones no penetrantes) en el tórax, abdomen, pierna izquierda, en la cara y mano derecha, por lo cual le otorgó cuatro días de incapacidad médico legal, lo que para sus familiares fue muy poco.
De acuerdo con la valoración del médico, Apaza estaba lúcido, consciente, orientado en tiempo y espacio, además presentaba un lenguaje coherente.
En el examen físico, se constató excoriación en lado derecho del mentón, varias equimosis en el tórax y abdomen, edema moderado en la mano derecha y equimosis en la pierna izquierda.
Además estableció que las lesiones encontradas en Apaza son compatibles con la data que refirió.
Apaza se encuentra con detención preventiva en el penal de San Pedro, imputado por los hechos de violencia del 8 de septiembre en la toma violenta del mercado ilegal de Villa El Carmen, liderado por el dirigente afín al MAS, Arnold Alanes. (EL DIARIO y ANF).