La Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) de la Policía no puede hacerse cargo de tareas de prevención de la violencia, como lo establece la Ley 348, si es que no está completamente preparada ni sensibilizada ella misma, cuestiona la especialista en temas de violencia contra la mujer y feminicidios, Marlene Choque. Desde la dirección nacional de la repartición policial admiten las falencias pero destacan que la capacitación a sus funcionarios es permanente.
“En los funcionarios de Policía que atienden casos de violencia falta capacitación, cómo podemos pedir que ciertas unidades hagan tareas de capacitación y sensibilización si ellos mismos no están formados. A mí me parece que aquí se está exigiendo a los funcionarios policiales que cumplan una labor para la cual ellos no están preparados”, cuestionó la especialista en declaración a ANF.
Agregó que es distinto estar informado sobre la normativa y estar sensibilizado para encarar y replicar esa sensibilización a la sociedad. “Sensibilización significa que una persona ha logrado cambiar la perspectiva con la que mira las cosas, se pone en el lugar del otro, en el lugar de la víctima, el sufrimiento que implica, contrario a lo que se ve en recintos policiales con la burocracia y papeleo a la que se someten a las víctimas denunciantes cuando llegan fuera de horarios de oficina”, dijo.
“De por sí presentar una denuncia es una decisión muy importante porque en temas de violencia están involucradas, muchas veces, personas muy ligadas con la familia, entonces es duro tomar la decisión y que le pongan trabas por una fotocopia y otras cosas cuando estas cosas las podría facilitar la Policía, es muy complejo”, indicó.
LABORES DE
CAPACITACIÓN
El director nacional de la Felcv, Sergio Bustillos, quien encabeza y destaca las labores de capacitación y sensibilización en prevención de la violencia que brinda su personal a distintos sectores de la sociedad, admitió las falencias que tiene el personal policial en la atención de víctimas de violencia, sin embargo, aseguró que la capacitación y sensibilización al interior de sus filas es constante.
“Pese a que hacemos los esfuerzos estamos en ese compromiso, tenemos charlas diarias con el personal policial con la finalidad de sensibilizar a nuestro personal, a quienes van a trabajar en ello, porque también necesitamos estar tranquilos porque es un trabajo muy fuerte”, sostuvo el jefe policial a ANF.
A tiempo de admitir las falencias de la atención policial a casos de violencia, indicó que en la labor de prevención se necesita la participación activa de todos los actores de la sociedad con el fin de evitar que se sigan reproduciendo casos de violencia contra las mujeres y feminicidios. “Estamos mejorando, no somos perfectos, estamos reorientando nuestros procedimientos porque entendemos que a la fecha ha habido errores, es la conducta humana”.
“Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar, tenemos que asumir que la cultura de la denuncia, de la información tiene que ser importante porque hay que frenar hechos de violencia, ya no podemos seguir contando números (de casos de violencia)”, dijo.
La especialista Choque destacó la importancia de lograr la sensibilización en el personal policial que atiende casos de violencia y que, de no cumplirse con ello, “luego la denunciante vive procesos de revictimización, porque tiene que declarar con el policía, con el funcionario que le atiende, luego le pasan a otro funcionario con el que tiene que volver a repetir su caso”, todo ello con el propósito de que su caso sea procesado e investigado.
Agregó que “este tipo de capacitación debería ser parte de la currícula de la formación de los policías, pero que, hace años, constató que no existía ni la materia de Derechos Humanos en su contenido educativo”.
INFORMES
A modo de explicación, el coronel Bustillos afirmó que diariamente los miembros de la Policía realizan informes de hechos de violencia contra las mujeres a lo que se suma la presión que tienen por parte de sus familias, la presión social, la de los medios de comunicación y la de sus superiores “porque se necesitan casos resueltos”.
Choque indicó que cuando la Policía sostiene que “hay que trabajar más la cultura de la denuncia” implica nuevamente pasar la responsabilidad a la sociedad. “Es nuevamente actuar después del hecho, la idea de trabajar en la prevención es trabajar antes de que sucedan esas cosas, trabajar cambiando los valores que tenemos en la sociedad, de creer que los hombres tienen más derecho que las mujeres”.
Respecto a las capacitaciones y charlas con fines de sensibilización en temática de prevención de la violencia hacia la sociedad que encara la Felcv, Bustillos explicó que cuentan con personal de psicología, y que aunque no se tiene normativa al respecto se hace la labor con el fin de promover que las personas violentas y reincidentes sean sometidas a procesos psicológicos, previa su expresa voluntad.
Indicó que se definen sectores o áreas en los que se analiza previamente para dar un tipo de prevención, socialización y sensibilización. “Porque de pronto en La Paz es diferente que en Palca o en El Alto, y se orienta en tres aspectos principales: para niños en edad escolar, inicial, secundaria, como también en universitarios y en profesionales”.
Sin embargo, sostuvo que en este afán tropiezan con la falta de una norma o disposición específica para que los centros educativos otorguen horarios para estas charlas, “entonces coordinamos con los directores de los centros para que nos proporcionen un horario, que generalmente es reducido, como el destinado a educación cívica o religión; entonces tenemos que comprimir la carga de material que tenemos en función a eso”.
ROMPER LA
NATURALIZACIÓN
Choque explicó que la política educativa en esta temática tiene que romper las visiones de la naturalización de la violencia y hacerla visible, además de lanzar mensajes de alerta, que a las mujeres debe llamarles la atención, cuando suceden niveles leves de violencia, como gritos e insultos. “Se debe educar qué es la violencia, qué tipos de violencia hay y qué cosas hay que tolerar y cuáles otras no, entonces la mujer tiene que estar preparada y también trabajar con los hombres, trabajar con estas masculinidades violentas”.
Aunque agregó que esta política educativa debe ser parte de otra integralidad, liderada principalmente por el Ministerio de Educación, como órgano rector, el que debe coordinar con el Ministerio de Salud y otros sectores, posteriormente también deben tomar parte los niveles departamentales y municipales con políticas sistemáticas continuas y bien reforzadas, “sino el mensaje no llega, se pierde en el camino cuando es dirigido a un público demasiado amplio”.
Según Bustillos, los “factores de riesgo” identificados, pueden ser tratados de manera individual, por ejemplo: la celotipia, el alcoholismo, el control de la ira, “pero depende del agresor si está o no plenamente consciente de que sus acciones están fuera de contexto real y normal, entonces tenemos que acudir a la víctima para que ella pueda identificar, visibilizar esos elementos y pueda denunciar”.
DATOS
Entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2022, en Bolivia se reportaron 24.918 casos de violencia contra las mujeres, las niñas, niños y adolescentes. El año 2021, en el mismo periodo, se registró 22.221 casos, lo cual significa que en esta gestión hubo un incremento del 12,14 %, según datos oficiales de la Fiscalía General del Estado.
La directora de la Fiscalía Especializada en Delitos en Razón de Género y Juvenil, Daniela Cáceres, dijo que la ciudad que tiene el mayor índice de casos es Santa Cruz, luego están La Paz y Cochabamba.
El delito más denunciado es el de violencia intrafamiliar o doméstica. En los primeros seis meses de 2021, Bolivia registraba 18.148 casos y este año 2022, en el mismo lapso se reportaron 19.395 casos. Es decir, hubo un incremento del 13,52 %.
Los delitos relacionados con la violencia sexual también reportaron un incremento del 37,57 % este año. Por ejemplo, el delito de violación contra mujeres registró el año 2022 un total de 1.016 casos, mientras que este 2022, ya se reportó 1.415. Es decir, hubo 399 casos más.
En cuanto a casos de violación de infantes, niñas, niños o adolescentes, en el primer semestre de la gestión 2021 se tenían 897 casos, pero, este año, hasta el 30 de junio, se incrementó a 1.318 casos, con mayor preponderancia en el departamento de Santa Cruz.
El delito de abuso sexual (toques sexuales) también sufrió un aumento. En la gestión 2021 se registró 1.117 casos y este año ya existen 1.666 casos hasta el 30 de junio del 2022.
El delito de estupro también reportó un incremento de casos. En 2021, hubo 753 casos. Este 2022 se reportaron 806 casos, es decir 53 casos más.
“Hemos tenido una reducción en los casos de tentativas de feminicidio, ya que en la gestión 2021, hasta el 30 de junio, teníamos 74 casos ingresados. En la actualidad, en el primer semestre de 2022, tenemos 55 casos ingresados”, sostuvo Cáceres. (EL DIARIO y ANF)