“La forma como los ejecutaron a los policías es un crimen que ha sido provocado por venganza y por otro lado para dar una señal a aquellos que se puedan interponer en su camino, es un mensaje que se les da a las personas que están involucradas en estos actos ilícitos juntamente con ellos, este puede ser un mensaje a algunos miembros de la Policía o persona importante” advirtió Santistevan.
El martes, los sargentos Eustaquio Olano y Alfonso Chávez, además del policía voluntario David Candia fueron acribillados, según el informe de la Policía, los delincuentes estaban armados y dispararon con armas y munición de guerra contra una patrulla policial de Porongo, cuando supuestamente intentaron detener un motorizado, pero en respuesta recibieron disparos en su integridad.
IMPRECISIONES
El periodista Junior Arias de Gigavisión, manifestó en su programa que existe una serie de imprecisiones en la versión que dieron autoridades policiales con el informe al que tuvo acceso ese medio.
Arias apuntó que el comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, coronel Ercik Olguín, dijo en su reporte que el voluntario del Gacip acudió para auxiliar a los dos sargentos que tenían dañada la patrulla y que por “razones obvias” decidió volverse en la patrulla y no en la motocicleta que usó junto a un subteniente de apellido Céspedes para socorrer a los sargentos que fueron acribillados.
El informe – dice Arias – establece que el voluntario del Gacip se encontraba junto a los dos sargentos y que en ningún momento hubo un auxilio mecánico como sostuvo Olguín y que después de auxiliarlos y en el intento de volver al municipio de Porongo éstos sujetos, aparentemente de nacionalidad colombiana, los acribillaron.
El informe oficial que fue evacuado por un sargento establece que el subteniente Céspedes, quien es el que supuestamente da la voz de alarma de que se había acribillado a un grupo de policías, se escudó en la patrulla, mientras sus camaradas estaban siendo abatidos.
“Mientras estos guardaespaldas están asesinando a sus colegas, este subteniente se escuda en la patrulla y ve desde ahí como matan a sus colegas, no saca su arma de reglamento para tratar de asustar, amedrentar o correr a los guardaespaldas, pero lo que aún es más inexplicable es que el informe dice que el subteniente Céspedes quien dio la voz de alerta de este hecho, sin precedentes en Santa Cruz, sale luego en su motocicleta y se dirige hasta la Comisaría de Porongo, la pregunta que nos salta es ¿los guardaespaldas y las personas que ejecutaron a estos policías no hicieron nada para detener a este policía que podía haber sido el que dé mayores luces respecto al hecho?, ya habían matado a tres policías, ¿les era muy complicado matar a un cuarto policía?, o es que realmente los guardaespaldas estaban ciegos para no ver otro policía escudado en la patrulla, que además, de acuerdo a los reportes, la patrulla tiene disparos calibre 7,62 en la llanta y en una de las puertas, es decir, hay muchas imprecisiones respecto a los sucedido el martes”, dijo Arias.
Testigos que se contactaron con Gigavisión manifestaron que tras el asesinato a los policías, el jefe de los guardaespaldas les dice a quienes lo acompañan, entre ellos un abogado, que se contacte con un oficial de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). “¿Quién es ese efectivo?”, cuestionó Arias.
OPERATIVOS
Ayer, efectivos del orden realizaron una inspección en el la zona de la comunidad Los Cuchis, de inicio llegaron hasta los arenales donde presuntamente se plantaron los policías en la patrulla, luego se dirigieron a una especie de cabaña donde los asesinos consumieron bebidas alcohólicas y finalmente al lugar donde los policías fueron acribillados.
Asimismo, testigos identificaron a Misael Nallar como jefe de los guardaespaldas que acribillaron a los efectivos del orden.
Según información del testigo a Detrás de la Verdad, Nallar es yerno de Jesús Einar Lima Lobo Dorado que es considerado “pez gordo” del narcotráfico por la Policía boliviana, fue condenado a 14 años de cárcel por la justicia de Brasil, el 2017. En mayo de 2021 fue extraditado a Brasil por ser considerado el jefe de un clan familiar de narcotraficantes del Beni con vínculos en Brasil y Colombia.
Horas antes de lo ocurrido en Urubó, Nallar subió fotografías y videos a su muro de Facebook donde se encontraba junto a otras siete personas, pero luego de lo ocurrido eliminó de manera inmediata las publicaciones.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó anoche, a través de sus redes sociales, que Nallar fue aprehendido como el principal sospechoso del asesinato de los efectivos del orden y el voluntario del Gacip.
De acuerdo a una publicación de ANF, Nallar no solo es el jefe de los motoqueros que el martes asesinaron a policías sino también sería el lugarteniente de Valdeci Alves do Santos, máximo jefe del Primer Comando de la Capital (PCC), de Brasil.
Nallar es oriundo del Beni, su padre Jorge Nallar Razuk y hermano de Bair Nallar. Los apellidos de Nallar y Razuk ya parecen en la década de los 80, durante la dictadura de Luis García Meza y Luis Arce Gómez, vinculados al narcotráfico.