“Las preguntas de la boleta censal deben ser simples, más de lo que son. Por ejemplo, la pregunta de auto-identificación étnica, tiene que ser mejor elaborada, no está bien, es muy confusa. Es fácil de elaborarla, es cuestión de ponerle un filtro antes como: ¿usted se identifica con algún pueblo, nación etnia, si la respuesta es sí, preguntar cuál y ahí se acaba”, dijo Mario Gutiérrez, demógrafo internacional.
Apuntó que hay que mejorar muchos aspectos de la boleta, como el problema de su redacción, pero simplificándola y haciéndola más entendible.
“La boleta censal la ponen como problemática, no lo es, claro que ahora hay una cuestión que no había antes que es la difusión. Ahora todos quieren saber qué es la boleta censal, quieren que esté traducida a varios idiomas y no es falta de respeto a la población el que no se traduzca. Yo soy quechua hablante, voy a una comunidad y hago una encuesta en castellano y el jefe de la comunidad me la traduce porque además me entiende todo bien. No necesitamos hacer la traducción porque después no podemos ni leerla, solo los académicos de la lengua podrán leer”, advirtió.
ACTIVIDADES PARALELAS
Gutiérrez aseveró que algunas actividades pre – censales son la actualización cartográfica, la segmentación y la boleta censal, mismas que deben avanzar paralelamente.
“El resultado de la actualización cartográfica es la segmentación. Es cuadricular el país en pequeños segmentos para que el día del censo un censista haga su trabajo. Cada uno de esos segmentos, que deben ser alrededor de 250.000 cuadriculas, tiene entre 15 a 20 hogares, para que vaya un censista”, explicó.
Apuntó que las cuadrículas deben ser del mismo tamaño, para que el censista tenga la capacidad de hacer su trabajo en un día, aunque en algunas zonas muy dispersas y de difícil acceso, se demorará entre tres o cuatro días.
“El 95% de los hogares del país van a ser censados en un día, un 5% posiblemente en dos o más días, pero eso siempre ha ocurrido y va a seguir haciéndolo hasta que se cambie la modalidad”, apuntó.
Asimismo precisó que se tiene que definir la capacitación para los 250.000 censistas, más 50.000 supervisores.
“Deben capacitar a 300.000 mil personas en un periodo muy corto y muy cerca del censo, pero tiene que estar trabajando paralelamente todo ese proyecto de capacitación. ¿Quiénes serán los censistas?, tienen que trabajar también en ello. Las universidades públicas han ofrecido su apoyo para estas labores, pero para eso hay que hacer convenios, diseño del sub-proyecto para ver cómo, quiénes se van a capacitar, aulas, etc. o todo será vía virtual, todos esos detalles son pre-censales”, reiteró.
Manifestó que se debe preparar 300.000 carpetas de censistas.
“Cada censista debe tener su carpeta de manera física, dicen que se va a usar tablets, pero debe haber físicas, porque se corta el internet, la comunicación, a veces se daña el aparato móvil, tienen no más que acudir a la boleta física”, advirtió.
Acotó que se debe prever la distribución de ese material a nivel nacional porque tiene que haber una centralización para que todo marche sobre los mismos parámetros.
“Hay una actividad grande previa al censo, pero son paralelas, cada una de estas actividades tienen un costo y tienen que ir acompañado de esos desembolsos y los fondos deben tener un flujo excelente y una responsabilidad en la rendición de cuentas, para renovar esos fondos cada vez que se requiera, es un trabajo complejo”, acotó.