Un sujeto de 39 años fue interceptado cerca de una carpa de color verde, en cuyo interior se encontraron diversos paquetes que al someterlos a prueba de campo dieron como resultado positivo para cocaína base.
Producto de reiteradas denuncias de pobladores por actividades relacionadas al narcotráfico en el lugar, efectivos de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar), en la localidad de Chore, provincia Ichilo, departamento de Santa Cruz, intervinieron actividades del narcotráfico en medio de la maleza en esta localidad, logrando comisar cocaína base en estado húmedo.
Según reportes de las actividades de interdicción al narcotráfico, recientes operativos en esta región del país evidenciaron que personas relacionadas a la actividad del narcotráfico, recurren a la maleza del monte para esconder sus actividades ilícitas.
“Se observó a varias personas de sexo masculino que, al notar la presencia policial, se dieron a la fuga. Se logró interceptar a uno de ellos, quien estaba cerca de una carpa de color verde, en cuyo interior se encontraron diversos paquetes, a someterlos a prueba de campo dieron como resultado positivo para cocaína base”, señala el reporte oficial.
Producto de este operativo, se lograron secuestrar setenta envases plásticos transparente, tipo taper de forma rectangular, conteniendo cocaína en estado húmedo, con un peso total de 78 kilos de esta sustancia, asimismo, se procedió con la aprehensión de un hombre de 39 años y el comiso de un vehículo marca Toyota, tipo camioneta modelo Hilux, color blanco, sin placa de control.
Este fin de semana, desde la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), también se informó sobre la destrucción e incineración de 428 kilos 506 gramos de clorhidrato de cocaína, en la localidad Santa Inés, del departamento de Beni, bajo el control y supervisión del Inspector General de la DG-Felcn, autoridades del Ministerio Público y representantes de la Unodc.
Esta actividad se desarrolló en cumplimiento de la normativa vigente, todas las sustancias secuestradas son destruidas e incineradas en un plazo máximo de seis días, tal como lo establece la ley.
Con la presencia de autoridades competentes, garantizando la transparencia y legalidad de la operación, se realizó un nuevo pesaje del material a ser incinerado, se firmaron las actas correspondientes, pruebas de campo, y se verifica que todos los datos coincidan con los registrados en el momento de la operación y en el acta de secuestro.
La destrucción de estas sustancias no solo es un mandato legal, sino una medida fundamental para la lucha contra el narcotráfico, asegurando que estos materiales no vuelvan a ingresar al mercado ilícito. La coordinación entre las diferentes instituciones y la rigurosidad en el cumplimiento de estos procedimientos son esenciales para el éxito de estas operaciones.