En pasillos, salas y quirófanos del Instituto Nacional del Tórax, próximo a cumplir 58 años de funcionamiento, parece que el tiempo se hubiera congelado. La antigua infraestructura, los equipos de hace medio siglo e insumos improvisados dan ese aspecto y además esa situación pone en peligro la salud de cientos de pacientes que llegan de diversos lugares del país.
No se encontro contenido.