El coronel en servicio pasivo del Ejército, experto en seguridad e Inteligencia, Jorge Santistevan, manifestó a EL DIARIO que la dignificación de la institución y revalorización del talento humano de la Policía Boliviana, “está en crisis” ya que la desconfianza de la población se profundiza.
“La desconfianza que tiene la sociedad hacia la Policía Boliviana se profundiza y llega a su punto sobresaliente con la detención del capitán Edman Lara, al sobrepasar los mecanismos legales administrativos, encubriendo a policías denunciados por el capitán, así se van sumando muchos casos que son objeto de discusión por el descuido en sus tareas, por los actos de indisciplina y por la comisión de faltas graves”, advirtió.
Aclaró que el problema no son los uniformados como Lara o los detenidos por presuntamente asaltar a un ciudadano cruceño, sino el modelo de relación de la Policía con la ley y el uso importuno de sus tareas por mala administración a partir de la jefatura de personal, seguido del tribunal superior de personal, los tribunales disciplinarios de la Fiscalía Policial y la dirección general de investigación policial interna, a través de sus respectivas departamentales, (Didipi) que no cumplen las bases legales como la Ley Orgánica y la Ley del Régimen Disciplinario de la Policía.
“La Policía al tener una organización vertical y como principio rector a la subordinación, basta que un jefe sea corrupto, para que su conducta afecte al resto de los talentos que tiene a su cargo”, dijo.
Apuntó que los buenos policías se preguntan: “¿Por qué testificar contra un compañero si el que comete más delitos está en mejores cargos y nunca es procesado? ¿Por qué cooperar con los mandos, si son ellos quienes socapan a los malos policías? ¿Por qué cooperar con la justicia si los jueces y fiscales no cumplen con la ley? ¿Para qué hacer carrera policial, si el que asciende y goza de buen cargo tiene un padrino político?, situación que los desmoraliza por la falta de un mando policial idóneo, pero sobre todo leal con sus subalternos y profesional para dirigir la institución”, advirtió.
En criterio de Santistevan otra causa para la crisis podría ser la vigencia de un modelo de «policía gubernativa», que sirve a los intereses del Gobierno de turno, e involucra a los buenos uniformados en actos al margen de la ley.
“Esta falencia está más acentuada en los Gobiernos autoritarios cuya política centralista manipuladora de instituciones y de conciencias, promueve la desinstitucionalización del Estado, mediante la concentración del poder, con controles rígidos sobre los órganos del poder nacional, con una imperceptible participación de la población de la vida política y con los derechos mínimos garantizados”, dijo.
En ese marco manifestó que la política de reforma que implementará el Gobierno, a través del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, debe orientarse hacia la “dignificación y revalorización del talento humano policial”, para responder a la población que se pregunta si los uniformados ¿son útiles para luchar contra la delincuencia y la criminalidad?