El primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, renunció ayer como líder del Partido Liberal y anunciado que próximamente dimitirá como dirigente del país, concretamente cuando su formación elija un sustituto, después de más de nueve años en el poder.
«Tengo la intención de dimitir como líder del partido, como primer ministro, después de que el partido elija a su próximo líder», anunció en una rueda de prensa ante la puerta de su domicilio en Ottawa. «Este país merece una verdadera opción en las próximas elecciones (…) me quedó claro que si tengo que librar batallas internas no puedo ser la mejor opción», argumentó, en referencia a los comicios previstos para octubre de este año.
En su declaración desde Rideau Cottage (su residencia), Trudeau también señaló que «los valores y la fuerza de la diversidad» es el «camino correcto» para el país y cuestionó que líder conservador, Pierre Poilievre, tenga la «visión ambiciosa y optimista» que necesita Canadá.
«Espero con impaciencia la lucha de los progresistas para defender esta visión», expresó. Trudeau destacó la labor de su Gobierno en los últimos años, durante los cuales trabajé para hacer crecer a la clase media del país, mientras hacía frente a una pandemia global o al cambio climático.
PRORROGAN PARLAMENTO
A su vez, anunció que el Parlamento de Canadá será prorrogado hasta el 24 de marzo, lo que permitirá que el Partido Liberal evite una nueva moción de censura, su Gobierno sobrevivió a tres en los últimos meses, y pueda elegir un sustituto al primer ministro.
La radiotelevisión pública canadiense (CBC) señaló que la gobernadora general del país, Mary Simon, que ejerce las funciones de jefa de Estado en representación del rey de Inglaterra, aceptó la prórroga del Parlamento durante una reunión con Trudeau celebrada en la mañana de ayer.
A preguntas de los periodistas por esta decisión o por la opción de un adelanto electoral, Trudeau alegó que la actividad parlamentaria se encuentra marcada por la «obstrucción, el filibusterismo y la falta de productividad» y abogó por «enfriar la temperatura» para ser capaces «de navegar estos tiempos complejos».
«Sacarme de la ecuación como el líder que luchará en las próximas elecciones por el Partido Liberal también debería disminuir el nivel de polarización que estamos viendo ahora mismo en la Cámara y en la política canadiense», agregó. Trudeau reconoció, no obstante, que una vez se reinicien las sesiones del Parlamento los partidos de la oposición presentarán una moción de censura para derribar al Gobierno.
La Cámara debía reanudarse el 27 de enero y los partidos de la oposición habían prometido derrocar al gobierno tan pronto como pudieran, probablemente a finales de marzo. Pero si el Parlamento no vuelve hasta el 24 de marzo, lo más pronto que podrían presentar una moción de censura sería en mayo.
SIN RESPALDO DEL PARLAMENTO
La dimisión de Trudeau llega apenas unos días antes de la reunión del Ejecutivo nacional del Partido Liberal para discutir los siguientes pasos en un momento en el que están en minoría en la Cámara de los Comunes y que gran parte de las encuestas avanzan una derrota electoral ante la oposición conservadora.
Ganador de tres comicios consecutivos (2015, 2019 y 2021), fue perdiendo empuje en los últimos años tras varios reveses políticos, la renuncia de aliados clave y unas encuestas de opinión desastrosas. Además, los liberales acabaron perdiendo el apoyo de su socio parlamentario, el Nuevo Partido Democrático, que anunció una nueva moción de censura para el próximo periodo legislativo.
A eso se suma una creciente rebelión en el seno del Partido Liberal, agravada con la inesperada dimisión de la viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, el pasado 16 de diciembre, tras reconocer sus diferencias con Trudeau «sobre la mejor forma de avanzar». No obstante, en esta jornada, la exministra publicó un mensaje de agradecimiento a Trudeau «por sus años de servicio a Canadá y a los canadienses».
OPOSICIÓN MUY CRÍTICA
Las reacciones por parte de la oposición política no tardaron en llegar. El líder del Partido Conservador de Canadá, Pierre Poilievre, cree que «nada ha cambiado» y explicó que «todos los diputados liberales y candidatos al liderazgo apoyaron todo lo que hizo Trudeau durante 9 años, y ahora quieren engañar a los votantes cambiando la cara de otro liberal para seguir estafando a los canadienses durante otros 4 años».
En la misma línea, el nuevo líder del Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh, considera que «los liberales no merecen otra oportunidad», independientemente de quién sea el líder. «El problema no es solo Justin Trudeau», también incluye a «todos los ministros que estuvieron tomando decisiones y todos los parlamentarios liberales», sostuvo.
Por su parte, Donald Trump expresó que Canadá debería «fusionarse» con los Estados Unidos, después de la salida de Trudeau, afirmando nuevamente que los canadienses quieren convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos. «Si Canadá se fusionara con Estados Unidos, no habría aranceles, los impuestos se reducirían mucho y estarían totalmente seguros de la amenaza de los barcos rusos y chinos que los rodean constantemente», enfatizó.
Esta publicación se produce en medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y Canadá por los planes del presidente entrante al imponer aranceles del 25% al país norteamericano por no abordar las cuestiones comerciales y de inmigración.
El primer ministro de Ontario (provincia canadiense), Doug Ford, ha afeado su postura al conservador estadounidense y señaló que «Canadá necesita demostrar estabilidad y fortaleza en este momento crítico, y el gobierno federal debe explicar urgentemente a los canadienses cómo evitarán aranceles que podrían tener efectos devastadores en nuestra economía».
Con otro tono totalmente diferente se dirigió el exgobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, al primer ministro: «Gracias, Justin Trudeau, por su liderazgo, por sus numerosas contribuciones a Canadá y por los sacrificios que usted y su familia han hecho por el servicio público».
Por otro lado, la presidenta y directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Canadá, Candace Laing, aseguró que la renuncia de Trudeau «marca un punto de inflexión en un momento en que Canadá enfrenta desafíos nacionales e internacionales sin precedentes». Por ello, apeló a que el próximo primer ministro de Canadá «debe empezar a trabajar de inmediato y concentrarse con precisión en fortalecer la relación comercial entre Canadá y Estados Unidos».(RTve)