El gobierno de Paraguay reconoció a Edmundo González como presidente electo de Venezuela y dio un plazo de 48 horas al embajador venezolano para abandonar el país, en respaldo a la «voluntad soberana del pueblo venezolano». En respuesta, Venezuela anunció la ruptura inmediata de relaciones diplomáticas, acusando a Paraguay de someterse a intereses extranjeros y de ignorar el principio de no intervención.
La decisión paraguaya surge tras conversaciones entre el presidente Santiago Peña y líderes opositores venezolanos, incluido González, quien asumirá el 10 de enero según resultados respaldados por análisis internacionales. La medida ha sido aplaudida por el expresidente Mario Abdo, destacando un giro significativo en la postura diplomática entre ambos países, que habían reanudado relaciones apenas en 2023.