La Festividad de la Virgen de Urkupiña continúa en el país e incluso en el exterior con varias actividades programadas para los siguientes días por feligreses, como entradas folklóricas y procesiones.
La fiesta se expandió ya y traspasó las fronteras de su lugar de origen que es el municipio de Quillacollo del departamento de Cochabamba.
Según medios de comunicación en esa región, una celebración fue realizada el fin de semana último en el municipio de Shinahota del Trópico de Cochabamba, con una entrada folklórica que contó con 21 fraternidades locales.
La festividad religiosa se realizó incluso en la localidad de Uyuni del departamento de Potosí.
En el exterior, una entrada folklórica fue organizada el sábado pasado por feligreses que viven en la ciudad de Valencia, España, con por lo menos 20 fraternidades.
El origen de esta festividad se remonta a 1690, cuando una niña llamada María Quispe cuidaba su rebaño de ovejas en las colinas cercanas a Quillacollo. Un día, se le apareció una señora con un niño en brazos, con los que jugaba y conversaba en quechua, el idioma local. La niña llamaba a la señora “La mamita” y al niño “El niñito”.
Un día, la niña fue a buscar a sus padres para que vieran a sus nuevos amigos, pero cuando llegaron al lugar la señora y el niño habían subido al cerro. La niña señaló con el dedo y dijo: Jaqaypiña urqupiña, urqupiña, que significa ya está en el cerro. Desde entonces, la señora fue conocida como la Virgen de Urkupiña, que quiere decir la que está en el cerro.
La imagen de la Virgen fue trasladada al Templo de San Ildefonso de Quillacollo, donde se le construyó una capilla. La devoción por la Virgen creció con el paso del tiempo y se le atribuyeron muchos milagros y favores. La Virgen fue declarada patrona de la integración nacional de Bolivia por el Papa Juan Pablo II en 1988.