Estudiantes universitarios que eran parte de una pacífica marcha de protesta, en la plaza San Francisco, en contra del Código del Sistema Penal, fueron dispersados por la Policía con abusivo uso de la fuerza y exceso de agentes químicos, extremo que se evidenció cuando los uniformados ingresaron al templo de San Francisco para detener a seis jóvenes manifestantes.
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