En un mismo año, Evo Morales perdió su histórica sigla, enfrentó graves acusaciones de estupro y trata de personas, además de que propugnó bloqueos de caminos que solo desgastaron su figura política, en medio de una profunda crisis económica, institucional y judicial.
El 2024 fue uno de los peores años para el expresidente, Evo Morales, desde el 2019, porque perdió la sigla de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) y porque resultó envuelto en graves denuncias de delitos relacionados con menores de edad, aunque el Gobierno intente mantener su figura flotando en la agenda mediática, según el representante del Comité Nacional de Defensa por la Democracia (Conade), Manuel Morales.
“El año 2024 probablemente ha sido, para Evo Morales, uno de los peores años, después del año 2019. Esto se debe, básicamente, a que ha sido un año en el que prácticamente ha perdido la sigla, en los hechos, en manos del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP)”, señaló el analista en Radio Panamericana.
Manuel Morales recordó que, por fallo del TCP, el expresidente fue relegado del partido socialista e inhabilitado para una nueva candidatura presidencial, tras serle entregada la presidencia del MAS a Grover García, dirigente vinculado al “arcismo”, que es como se denomina a la facción que apoya al presidente, Luis Arce.
Por otro lado, el jefe cocalero del Chapare instigó a su séquito “evista” a instalar dos bloqueos de caminos, uno a principios de año y otro más largo en octubre, el cual quedará grabado en la historia por sus particularidades, según pronosticó el activista del Conade.
Para varios analistas, esta medida de presión desgasto la figura política de Evo Morales, al haber instalado un bloqueo de caminos de 23 días en defensa del supuesto delito de abuso sexual que habria cometido en contra de varias menores de edad, lo que solamente agudizó la crisis económica del país y confinó al cocalero al Trópico de Cochabamba, bastión de sus movimientos sociales.
Entre las particularidades del bloqueo “evista”, Morales mencionó la toma del aeropuerto de Chimoré por parte de grupos afines, así como la invasión de varias unidades militares en el Trópico de Cochabamba, hechos que llegaron a causar el desalojo total de fuerzas del orden de esta región durante 48 días.
Este alto grado de conflictividad registrado en el último bloqueo debería haber sido respondido por una acción contundente de parte del Gobierno; sin embargo, lo que se vio fueron “acusaciones poco claras y mal fundamentadas”, supuestamente para mantener al expresidente vigente en el ámbito político, señaló Morales.
En este sentido, el analista cree que una detención de Morales no será materializada mientras no exista voluntad política del Gobierno para hacerlo, pues se pretende mantener al exmandatario a flote en la coyuntura nacional solamente como parte de un cálculo político.
Un reportaje del diario español El Debate, bajo la firma del periodista Alejandro Entrambasaguas, reveló detalles sobre cómo Morales habría mantenido relaciones con varias menores de edad mientras fungió como jefe de Estado, entre ellas la joven yacuibeña Cindy V. P., cuyo paradero aún es desconocido.
Asimismo, la Fundación Apolo denunció en Argentina que el expresidente de Orinoca habría convivido con cuatro menores de edad durante su asilo político en ese país, con la venia del entonces presidente “kirchnerista”, Alberto Fernández. En consecuencia, el gobierno argentino abrió un proceso penal por trata de personas y abuso sexual contra el exmandatario boliviano.
Finalmente, las acusaciones fueron revivadas nuevamente por el actual presidente del Estado, Luis Arce, quien horas después de las elecciones judiciales afirmó que estas perversiones eran “un secreto a veces”.