El barco zarpó a las 12:00 horas del puerto gaditano tras la celebración de una misa.
> En la travesía, la heredera al trono estará acompañada de otros 75 guardiamarinas.

Entre aplausos, música y salvas, el buque Juan Sebastián de Elcano soltó amarras ayer para poner rumbo a su 97 travesía con la princesa Leonor a bordo como guardiamarina.
Rodeada de otros 75 compañeros y compañeras, la heredera al trono pasará meses en alta mar y visitará varios países, tal y como hizo su padre el rey Felipe VI y su abuelo Juan Carlos I, para completar su formación militar naval. Ataviada con el uniforme militar de siete botones y en formación, Leonor se mostró firme como el resto de sus compañeros.
La salida del barco, a las 12:00 horas, estuvo precedida de la despedida de los reyes desde el puerto de Cádiz, que sirvió de colofón a una jornada repleta de los tradicionales actos de conmemoración del viaje. El momento más emotivo tuvo lugar minutos antes de la partida del buque, cuando los guardiamarinas se despidieron de sus familiares, muchos de ellos, entre lágrimas y abrazos.
Poco después, Leonor, esta vez con una amplia sonrisa, dijo adiós a sus padres y a los asistentes moviendo su gorra con la mano, al igual que sus compañeros. Desde tierra, los reyes emocionados se despidieron con la mano a su hija mayor y le lanzaron un beso. El rey incluso inmortalizó el momento haciendo una foto con el móvil. A continuación, siguieron desde otro buque de la Armada la salida a la mar del Juan Sebastián de Elcano.
Además de la Salve Marinera, a cargo de la Unidad de Música de Infantería de Marina y por la Coral de la Universidad de Cádiz (UCA), la partida del buque, que se realiza cada año como acción formativa, también se escucharon los vítores y aplausos públicos.
RECIBIMIENTO A
LOS REYES
La mañana arrancó con la misa en la Iglesia de Santo Domingo de Cádiz, a la que acudieron tanto Leonor como el resto de sus compañeros. A continuación, se produjo la salida en procesión con la imagen de La Galeona hasta el muelle del puerto, donde fueron recibidos por un amplio público. Algunos asistentes gritaron elogios a la heredera, que se mantuvo en formación como exige el protocolo militar.
Mientras llegaban las autoridades, varios guardiamarinas se subieron a los mástiles del histórico buque, que portaba una gran bandera española. El recibimiento a los reyes fue entre aplausos, tras lo cual se lanzaron vítores a España, se escuchó el himno y se realizaron salvas. Los monarcas, asimismo, saludaron a la tripulación a bordo y el rey dijo a los guardamarinas que llevan “la imagen y el prestigio de España”. “Recordad siempre que lleváis la imagen y prestigio de España sobre vuestros hombros”, aseveró Felipe VI.
Al acto también acudió, entre otros, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, quién llegó con algo de retraso por la niebla y fue recibida con gritos de “¡fuera!” y silbidos por parte de algunos asistentes del público. Esto también se repetido cuando la ministra bajó antes de la salida del barco. Preguntada por los periodistas sobre este aspecto, Robles señaló que son una “minoría” y que la “inmensa mayoría a disfrutar”. “Hay que respetar a todo el mundo”, agregó la ministra que señala estar “muy contenta” por la princesa, de la que siente “mucho orgullo”.

TRAYECTO DE LEONOR
A bordo de Elcano, los guardiamarinas realizarán parte de su plan de estudios del tercer curso de carrera, cursando asignaturas de navegación, astronomía, meteorología, operaciones anfibias, apoyos y servicios de combate y maniobra, entre otras.
Las primeras paradas serán en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, los puertos canarios donde tradicionalmente se hace escala para poner rumbo hacia América. Tras ello, el buque cruzará el Atlántico para visitar durante el mes de febrero Salvador de Bahía (Brasil). Después, continuará hacia Chile, donde en marzo recalará en los puertos de Punta Arenas y Valparaíso, ya en el Pacífico. (RTVE.es)

Posteriormente, el buque escuela parará en El Callao (Perú), Cartagena de Indias (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos). Desde ahí, la hija mayor de Felipe VI y Letizia pondrá rumbo de regreso a España para llegar a Gijón el 3 de julio. De esta forma, la princesa no hará el viaje de vuelta junto a sus compañeros, ya que está previsto que se embarque durante el siguiente mes en una fragata para continuar su formación.
Leonor volverá a subir a bordo del Juan Sebastián de Elcano en Gijón para completar la travesía con sus compañeros hasta Ferrol, donde atracará el 9 de julio.

DÍAS PREVIOS A
LA SALIDA
La heredera de la Corona llegó a Cádiz el pasado miércoles, subiendo a bordo por primera vez en Elcano, donde mantuvo un encuentro con algunos oficiales encargados de su formación. El jueves se la pudo ver realizando las primeras maniobras de formación, al subir al mástil del buque escuela. En las imágenes difundidas por Casa Real se la podía ver ascendiendo, con un arnés de seguridad, por las cuerdas de escalada de uno de los mástiles del velero.
Ya el viernes, la princesa Leonor acudió al Ayuntamiento de Cádiz para participar en una recepción oficial con el alcalde de la capital, Bruno García. En una entrevista ayer al Canal 24 Horas, García aseguró que ha visto a la princesa «ilusionada a la heredera» e «integrada» con sus compañeros.