“En ningún momento hubo protección de la Policía, todo lo contrario, fueron ellos quienes pusieron en riesgo nuestra vida. Para la Policía, los marchistas del Movimiento Al Socialismo (MAS) tienen supra-derechos, ellos pueden estar armados, atentar contra nuestra vida y no pasa nada, pero sí nosotros, a los que nos tildan de opositores por pedir respeto a nuestro voto, decimos algo… nos detienen, nos gasifican”, así empezó el relato de una persona, que estuvo presente la noche del 6 de noviembre, en el Aeropuerto de El Alto, para recibir al líder cívico cruceño, Fernando Camacho.
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