A pesar que la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) S. A. tiene otro interventor, las irregularidades en los procesos de contratación persisten, según denunciaron trabajadores de la firma a EL DIARIO. Aseguraron que estos extremos no solo ponen en riesgo la calidad del agua sino la sostenibilidad del servicio.
Un hecho irregular que aseguran carece de atención del interventor de Epsas, Jaime Gutiérrez, tiene relación a la contratación de un servicio que firmó el exinterventor, Bladimir Iraizos, respecto al diseño de un sistema financiero llamado ODDO.
“El 19 de julio del año 2022 se contrató los servicios de la Empresa Vesatil S. R. L., para el desarrollo y diseño de un software financiero denominado ODOO, de principio este proceso fue irregular, debido a que el exinterventor, Bladimir Iraizos, designó al departamento de Sistemas y no al de Finanzas como unidad solicitante. Por las características el desarrollo de este sistema fue observado por el área financiera de Epsas debido a que no tenía grandes ventajas, más bien parecía un excel y no respondía a los grandes desafíos de la empresa más grande del país”, explicaron.
A decir del funcionario de Epsas, el costo por este servicio era sobre dimensionado, ya que tenía el valor de un millón doscientos mil bolivianos. “Lo peor de todo es que el contrato por el servicio era hasta el 3 de febrero de 2023, situación que se incumplió, sin embargo, el exinterventor Iraizos autorizó el pago de más del 80%, del monto establecido y a la fecha se desconoce el avance físico”, precisaron.
Según manifestaron, los pagos efectuados por orden de Bladimir Iraizos fueron en tres oportunidades, el 8 de agosto de 2022 Bs 359.700 (comprobante 220001733), el 9 de septiembre de 2022 Bs 239.800 (comprobante 220002155) y el 6 de diciembre de 2022 Bs. 359.700 (comprobante 220003080).
TUBERÍAS
Otro hecho irregular, según los funcionarios, se dio con la adquisición de tuberías para atender las demandas de emergencia y mejoramiento de cobertura de agua.
Para la adquisición de tubería, el 11 de julio de 2022, se contrató a la empresa Sociedad Comercial La Llave S. A. con un valor que sobrepasa los 10 millones de bolivianos.
Esta empresa debería entregar las tuberías a Epsas S.A., hasta el 23 de diciembre de 2022, extremo que se incumplió, siendo que no entregó la totalidad, no obstante, el exinterventor Iraizos autorizó dos desembolsos para el pago del servicio, un anticipo del 20% con un monto de Bs 2.875.166,40 (comprobante 16000605) y un 50% con un monto de Bs. 7.187.916,00 (comprobante 160001126).
Los trabajadores de Epsas muestran su sorpresa por la falta de atención del actual interventor que no vela por el normal funcionamiento de la empresa, siendo que estos extremos también ponen en riesgo el servicio, porque no les llega el material de manera oportuna.
EPSAS SIN CAMBIOS
A decir de los trabajadores, nada cambió en Epsas desde la destitución de Gonzalo Bladimir Iraizos Escobar, ya que suman las deficiencias e irregularidades que ponen en riesgo el servicio. Manifestaron su preocupación por la falta de atención al área técnica y operativa.
Manifestaron que persiste la preocupación por falta de atención al área técnica de Epsas y que por ello el problema en la calidad del agua en el sistema Achachicala se debe a factores de “negligencia” de los administradores que no tiene la experiencia para afrontar estos retos. En conferencia de prensa, las autoridades del sector explicaron, la semana pasada, que la calidad del líquido vital es segura y que cumple con los estándares de calidad definidos por la norma boliviana.
Uno de los trabajadores que llegó hasta EL DIARIO, explicó que tienen grandes problemas en el sistema de potabilización de agua Achachicala que presta el servicio a un importante sector de la población, especialmente la zona central de la ciudad de La Paz.
Los problemas van desde la falta de renovación de tanques de cloración del agua, hasta la utilización adecuada de los químicos, además de la excesiva carga de agua del río Choqueyapu, con altos parámetros de contaminación, factores que – según el trabajador – inciden en la calidad del agua.
“Los tanques que cargan gas cloro tienen problemas en los empaques que datan desde Samapa y están al borde de grandes fugas, nos dijeron que nadie denuncie este problema, pero las autoridades deben conocer, ya hubo un problema de salud con un compañero y lo mantienen oculto, el uso de gas cloro se redujo y cambiaron por hipoclorito de calcio, de ahí los problemas con los gases que emana el agua cuando se prende la ducha más de cinco minutos”, argumentó el funcionario.
Asimismo, explicó que el “pH es un parámetro importante que actúa como condicionante y limitante de vida para los seres vivos, el agua de consumo debe tener características de neutralidad, no debe ser acido ni alcalino, la exposición de las personas a aguas alcalinas o básicas con un pH mayor a 8.5 puede causar alergias, sequedad en la piel y problemas gastrointestinales”.
Precisó que el cloro residual de 1 mg/l registrado en la red de abastecimiento debe llamar la atención, ya que, el cloro al combinarse con contenido orgánico puede originar compuestos como cloraminas y trihalometanos.
Por otro lado, el agua con un cloro residual cercano a 1 mg/l a una temperatura alta con relación al ambiente, como se da en el uso de las duchas por las personas, provoca reacciones químicas, vapores y gases que pueden causar daños en las vías respiratorias dependiendo del grado de exposición.
VECINOS
Según la población de la zona de Sopocachi, el agua es alcalina, estas aguas son incrustantes en una red con tubería galvanizada que además es antigua y que la empresa prestadora de servicio no tiene el cuidado de precautelar esta infraestructura, ni renovarla, si no ahondar mucho más el problema, además, de exponer a la población a tener posibles problemas de sequedad y alergias en la piel, además de problemas gastrointestinales como las denunciadas actualmente, a eso se debe adicionar, un cloro cercano a 1 mg/l.
Este problema en Sopocachi – dijo – denota que nuestra normativa NB – 512 tiene intervalos y valores que no están de acuerdo a nuestra realidad y que los extremos pueden provocar malestar en la población, en consecuencia, se deberá revisar y adecuar los valores a condiciones reales y no copiar de otras normativas.
AUTORIDADES
Al respecto, en conferencia de prensa, la semana pasada, la directora de la AAPS, Karina Ordoñez, y el nuevo interventor de Epsas, Jaime Gutiérrez, manifestaron que el agua que distribuye la firma en la zona central de la ciudad se encuentra dentro los parámetros de la norma boliviana NB – 512, empero que se someterá a estudios químicos para tranquilidad de la población.
El 26 de mayo de 2023, la vicerrectora de la Universidad Mayor de San Andrés, María Eugenia García, resaltó la urgencia de realizar un estudio en boca de grifo y para ello puso a disposición los laboratorios y especialistas de esa casa superior de estudios.
Alergias en la piel, irritación de ojos y garganta, hasta caída de cabello, luego de tomar una ducha y/o consumir el agua potable, son problemas que vecinos denuncian hace algunas semanas en redes sociales. En WhatsApp se conformó incluso un grupo denominado “Situación actual del agua” para asumir acciones.
Ante esta situación, García, quien también es especialista en hidroquímica y contaminación, indicó que desde el punto de vista de la toxicología ambiental esto podría estar relacionado con la presencia excesiva de cloro en el agua; no obstante, se requiere de un estudio y un proceso de monitoreo para confirmar o descartar.
“La sugerencia es analizar en las bocas de grifo, donde el agua llega directamente para el consumo de la población, porque desde la represa hasta el grifo pueden estar pasando varias cosas, no solo por el cloro, sino también por otros elementos. También necesitamos analizar y monitorear las plantas de tratamiento. La universidad pone a disposición sus investigadores, científicos, laboratorios y equipos. Lo único que necesitamos es apoyo con los reactivos y la logística”, anunció.