La acusación señala a Dávila por los delitos de narcotráfico y portación y uso de armas, por actividades que habría convertido al margen de la ley entre 2019 y 2020, tanto en Bolivia como en Perú. Se lo acusa de ofrecer efectivos armados de la Policía boliviana para proteger envíos cuantiosos de cocaína a EEUU, llegando incluso a cobrar una tarifa por kilogramo de droga enviado bajo su supervisión.
La justicia norteamericana ordenó la confiscación de todos los bienes constituidos y obtenidos directa o indirectamente por las ganancias obtenidas como resultado de la comisión de estos delitos, así como todas las armas de fuego y municiones involucradas y utilizadas.
La extradición de Dávila deberá ser de advertencia para cualquier otro funcionario corrupto que se atreva a transportar droga a EEUU y se crea “intocable”, según expresó la directora de la Administración de Control de Drogas (DEA) del gobierno norteamericano, Anne Milgram.
El exjefe de la fuerza antidroga, Maximiliano Dávila Pérez, compareció ayer ante la justicia de Nueva York, donde fue acusado formalmente de dos cargos federales, narcotráfico y uso y posesión de armamento, luego de ser extraditado el jueves desde Bolivia. Los federales lo acusan de convertir a la Policía en una “máquina de tráfico de cocaína”, llegando incluso a ofrecer protección armada empleando efectivos de la Policía y conspirar con redes a gran escala para traficar droga a Estados Unidos.
Tras llegar a suelo norteamericano, Dávila, conocido como “Macho”, llegó ayer a los Estados Unidos y compareció por primera vez ante la Honorable Robyn F. Tarnofsky del distrito sur de Nueva York, tras enfrentar cargos federales por conspirar para importar cocaína, además de usar y poseer ametralladoras, señala una nota del Ministerio de Justicia norteamericano.
Aunque Tarnofsky también lleva el polémico caso contra el rapero, Sean “Diddy” Combs, el caso fue asignado a la jueza del tribunal de Distrito, Denise L. Cote, quien en octubre pasado sentenció a 18 años y 10 meses de prisión al exalcalde hondureño, Arlando Urbina Soto, por delitos relacionados también con narcotráfico.
Por este primer cargo de conspiración para importar droga, el Gran Jurado ordenó confiscar todos los bienes que constituyan o deriven de las ganancias obtenidas directa o indirectamente como resultado de la comisión de este delito. En las alegaciones del segundo cargo, se dispuso incautar todas las armas de fuego y municiones involucradas y usadas en la comisión del delito de uso y portación.
La acusación señala que el exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) trató también de desviar recursos de la investigación contra otros traficantes para proporcionar oficiales como seguridad para envíos de cocaína a EEUU, incluyendo el envío de muestras a la ciudad peruana de Lima.
“Trabajó en asociación con proveedores de cocaína a gran escala que operaban laboratorios de cocaína en Bolivia”, agrega el documento. En ese sentido, Dávila puede enfrentar una sentencia mínima de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua, por conspirar para importar cocaína a territorio norteamericano.
Sin embargo, el texto remarcó que las sentencias máximas potenciales están prescritas por el Congreso y solo se proporcionan con fines informativos, pues cualquier resolución judicial será determinada por el juez asignado.
La acusación está a cargo de los fiscales adjuntos, Sam Adelsberg, Matthew J. C. Hellman y David J. Robles, de la Unidad de Seguridad Nacional y Narcóticos Internacionales de la Fiscalía de EEUU. Según dicta la justicia norteamericana, los cargos en la acusación formal son meras acusaciones y el sindicado se presumirá inocente a menos de que se demuestre su culpabilidad.
UNA MÁQUINA DE NARCOTRÁFICO
La información fue anunciada por el fiscal estadounidense para el distrito Sur del estado de Nueva York, Damian Williams, y la titular de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, Anne Milgram, quien acusó al excoronel de haber convertido a las fuerzas del orden en una máquina de tráfico de cocaína.
Según Williams, “Dávila Pérez abusó de su posición como jefe de la agencia de aplicación de la ley antinarcóticos de Bolivia ayudar a los mismos narcotraficantes que se le había encomendado investigar y arrestar”.
El fiscal estadounidense agregó que “El Macho” Dávila trató de utilizar a agentes policiales bolivianos fuertemente armados para proteger y transportar cuantiosos cargamentos de cocaína hacia EEUU.
“Si bien esta conducta es aborrecible, lamentablemente no es impactante; en cambio, este es el último ejemplo de nuestro trabajo con la División de Operaciones Especiales de la DEA para erradicar este tipo de corrupción alimentada por la cocaína en todo el mundo”, agregó la autoridad.
Según la acusación, en julio de 2019, Dávila sugirió emplear aeropuertos específicos en Bolivia en los que él controlaba la seguridad para desviar los recursos de la Policía y brindar cobertura mientras el avión era cargado con toneladas de cocaína.
Se menciona que “El Macho” llegó incluso a proporcionar uniformados de la Felcn armados con ametralladoras para proteger el cargamento durante la carga y antes del despegue; además, lo acusan de cobrar tarifas por kilogramo por la protección de la carga de cocaína.
Pese a su destitución en noviembre de ese año, habría continuado usando su influencia política y autoridad policial para conspirar sobre la exportación de toneladas de cocaína hacia EEUU y brindar protección paramilitar armada para tales envíos, lo cual habría quedado registrado en reuniones y llamadas documentadas entre ese mes y febrero de 2020, los cuales ahora forman parte de los obrados en este caso, junto con otros documentos judiciales y declaraciones.
DEA LANZA ADVERTENCIA
El fiscal Williams espera que este caso sea un “mensaje contundente” para aquellos quienes abusan de sus cargos para enviar cantidades masivas de cocaína a EEUU: “Nuestro alcance es global, nuestra memoria es larga y no permitiremos que sigan inundando nuestro país con cocaína sin castigo”, sentenció.
Asimismo, Williams elogió la extradición tras felicitar los esfuerzos de la División de Operaciones Especiales de la Unidad de Investigaciones Bilaterales y otros departamentos de la DEA, por su asistencia y colaboración con la justicia estadounidense, para combatir la corrupción alimentada por el narcotráfico.
Paralelamente, la directora de la DEA manifestó que Dávila, “como jefe de la agencia antinarcóticos de Bolivia, convirtió a las fuerzas del orden en una máquina de tráfico de cocaína, buscando inundar nuestras calles con veneno”.
Por ello, señaló que esperan que esta extradición sirva de advertencia para cualquier otro funcionario corrupto que desafíe la ley norteamericana. “Ningún funcionario corrupto es intocable, y la DEA no se detendrá ante nada para llevar a los criminales ante la justicia, sin importar dónde se escondan”, señaló Milgram.
ANTECEDENTES
Maximiliano Dávila fue posesionado como director de la Felcn el 6 de febrero de 2019 y su juramento fue tomado por el entonces viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres.
El expresidente, Evo Morales, allegado a Dávila, renunció a la silla presidencial el 12 de noviembre de ese año tras conflictos sociales por denuncias de fraude electoral tras las fallidas elecciones generales. Junto con Morales, dimitieron varias autoridades de su cúpula de poder.
Luego, ese mismo mes, Dávila fue destituido de su cargo, durante la gestión interina de la expresidenta, Jeanine Añez (2019-2020), tras la denuncia hecha en contra del excoronel por el narcotraficante, Pedro Montenegro, por el presunto delito de extorsión, según informó el otrora ministro de Gobierno, Arturo Murillo.
Dávila fue aprehendido el 22 de enero de 2022 en Villazón, cuando intentaba cruzar la frontera hacia Argentina. Fue entonces recluido con detención preventiva en el penal de San Pedro de La Paz, acusado por ganancias ilícitas.
Finalmente, el jueves a las 05:40, el expolicía fue trasladado desde el recinto penitenciario paceño al Aeropuerto Internacional de El Alto bajo la custodia de agentes de Interpol. Tres horas más tarde, a las 08:45, partió rumbo a EEUU en un avión Beechcraft facilitado por el gobierno norteamericano, el cual hizo una escala en Lima para cambiar de aeronave, confirmó el directo de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias.