John Kennedy Vásquez, representante de suboficiales, sargentos, cabos y policías en el Estado Mayor de la Policía, negó que el movimiento de 2019 se haya constituido en un “motín” de parte de los efectivos del verde olivo, aunque aclaró que sí hubo excesos de parte de sus camaradas.
“No lo llamaría yo motín. Está mal utilizado (ese término). Nosotros consideramos que en algunos departamentos han cesado las funciones, no han salido a patrullar, no han salido a dar seguridad a la sociedad y se han quedado en las unidades y eso es lo que ha pasado, por lo cual le digo que no consideró que se puede utilizar el término de motín”, dijo Vásquez en entrevista con Erbol.
Manifestó que hubo policías que se excedieron en los sucesos de 2019, por lo que aclaró que la responsabilidad es Intuitu Personae y existen instancias a las cuales tendrán que someterse en caso de que hayan incurrido en faltas o delitos.
“Eso no tiene que apañar al conjunto de mis camaradas, ya que le digo las acciones son Intuitu Personae y obviamente ellos estarán seguramente demostrando la participación que hayan tenido en esas movilizaciones en esas fechas”, manifestó.
El Suboficial de Estado Mayor apuntó que su estamento tiene la posibilidad de hacer observaciones y pronunciamientos, pero en el marco de la normativa y sin entrar en faltas o delitos.
Afirmó que en 2019 había grupos de algunos policías que seguramente han influido sobre el resto sus camaradas, pero no se puede generalizar a todos por esas acciones. “Considero que más el contrario, la mayoría de mis camaradas no estuvieron de acuerdo con dejar a la a la población sin seguridad”, agregó.
“NO HUBO MOTÍN”
En entrevista anterior con EL DIARIO, el mayor que fue dado de baja de la institución del orden David Vargas precisó que lo ocurrido en 2019 no fue motín porque no tenía las características como la desobediencia al mando constitucional, expulsión de los miembros de jerarquía superior o una toma del poder de cuarteles.
“En una institución uniformada, nadie puede actuar de manera individual, lo que uno hace es representar a un conjunto de policías pero cuando se tiene una jerarquía superior de todos los presentes. Todos nos diferenciamos porque sabemos quién es el más antiguo y quién tiene el mando. Nadie tiene la capacidad de hacer ello, menos un suboficial que no está en el nivel de jefe”, explicó.
PROCESOS
El 16 de junio, la Fiscalía Policial remitió al Tribunal Superior Disciplinario de la Policía Boliviana siete acusaciones nuevas en contra de efectivos que participaron en el “motín policial” de 2019. Con este trámite, suman ocho los uniformados llevados a juicio interno.
El 21 de abril, la Fiscalía Policía envió el primer proceso por este caso al citado tribunal, con el objetivo de que se instale el juicio disciplinario respectivo, sin embargo, el mismo se pospuso hasta el 31 de julio próximo.
En enero de este año, el viceministro de Descolonización, Pelagio Condori, presentó la denuncia en contra de 26 policías que fueron acusados por el motín policial de 2019, que desencadenó en la renuncia del entonces presidente Evo Morales, y la quema de la Wiphala por parte de un efectivo policial.
Desde la Fiscalía Policial se informó que en el departamento de La Paz se procesaba a 10 de los 26 denunciados por Condori.
En Sucre, el pasado 8 de junio, la audiencia de juicio en contra de la sargento Cecilia Calani se suspendió sin fecha, debido a que tres de los miembros del tribunal juzgador dieron positivo a la covid y por la escalada de contagios en esa ciudad.
CONFLICTOS DE 2019
El 9 de noviembre de 2019, policías de La Paz, que se encontraban en la plaza Murillo, y otras unidades, decidieron desplazarse al edificio de Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), donde se replegaron y colgaron una bandera boliviana.
El día 10 de noviembre, después de la renuncia de Evo Morales, turbas enardecidas empezaron con actos vandálicos como la quema de los buses PumaKatari, casas privadas de periodistas y activistas.
Desde la madrugada del 11 de noviembre de 2019, las turbas quemaron y destruyeron al menos ocho estaciones de policías en las ciudades de El Alto y La Paz.
Los hechos más relevantes sucedieron en la ciudad de El Alto, donde un grupo de movilizados quemó las instalaciones de Tránsito y de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de la ciudad de El Alto. Ambos inmuebles quedaron totalmente inservibles.
Los efectivos policiales no pudieron controlar a la turba que, por la fuerza, ingresó a las instalaciones. Allí dentro saqueó e incendió el lugar. Cuando inició el fuego, los efectivos policiales huyeron por donde pudieron.
En videos que circularon en las redes sociales se evidencia que tras la quema del Comando Regional de la Policía Nacional de El Alto, ubicado en la carretera a Oruro a la altura del cruce Viacha, otra turba enardecida saqueó quintales de arroz, azúcar y otro tipo de alimentos. Además quemaron una movilidad y algunos cuartos que de la planta baja.
Situaciones similares se repitieron en otras ciudades del país. (EL DIARIO y Erbol)