Después de haber dado positivo a covid-19, el suboficial de Policía, Víctor Montaño, murió en las últimas horas suplicando por su vida en la ciudad de Tarija, donde presuntamente no recibió atención. El ministro de Gobierno Eduardo del Castillo pidió ayer “no politizar el tema”.
De acuerdo a videos que el policía subió a las redes sociales, él trabajaba en Cochabamba y fue destinado a Tarija en pleno ascenso de la pandemia y con diabetes, enfermedad de base. Cuando se confirmó el diagnóstico de covid-19 fue llevado a una posta fría donde ni siquiera contaba con agua caliente.
“Acá estoy botado, solo, aislado, deberían atendernos”, dijo compungido y con dificultad para respirar, luego de ser recluido en la denominada “guardería” policial.
En otro clip le pide llorando a su comandante, poder volver a ver a su familia y a sus hijos. “Yo no he hecho daño a nadie, más al contrario yo he hecho mi trabajo bien, por qué me han cambiado, ya he estado dos años en Beni, ahora dos años más en Tarija, no mi coronel”.
La activista y exdirigente de las esposas de policías, Guadalupe Cárdenas, denunció el hecho y responsabilizó a los comandantes departamentales, coronel Johnny Corrales de Cochabamba y coronel Sadid Ávila de Tarija, porque actuaron contra el suboficial por haber sido parte de los movimientos de noviembre de 2019.
“Este coronel Corrales, un sanguinario que no le importó que el suboficial Montaño tenía una enfermedad de base igual, lo destinó a Tarija y todo porque el 2019 estuvo con su pueblo, y el de Tarija lo envió a la guardería sin que hubiera médicos y alguna persona que lo atendiera por el Covid-19”, dijo Cárdenas.
La activista es Embajadora de los Derechos Humanos Mundial y publicó los informes médicos de la Unidad de Medicina del Trabajo Regional Cochabamba, que aconsejaban mantener en un lugar a Montaño, con la precaución requerida por su condición de diabético e hipertenso.
“Espero que vean el video del suboficial Montaño y todo el dolor que le causaron. Él falleció hoy (jueves), coronel Corrales, usted es un asesino y no descansaré para que le den de baja y lo procesen malvado criminal”, escribió Cárdenas, con evidente molestia.
“NO POLITIZAR”
Consultado por los medios de comunicación, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo manifestó ayer que el hecho fue fortuito y no se puede politizar sobre el tema.
“Este efectivo policial había sido internado en un centro de aislamiento donde se internan, se aíslan los efectivos policiales, no obstante el hijo de esta persona lo habría retirado al día siguiente y esta persona luego de diez días ya se encontraba en el departamento de Cochabamba sin los cuidados de la Policía Boliviana y habría perdido la vida. Es un hecho fortuito y no podemos politizar sobre este tema”, dijo.
AUDITORÍA
La familia del sufoficial exige una auditoría. “Vamos a denunciar el caso y pedir una auditoría a cómo se hicieron los cambios de destino”, dijo Amilcar Montaño, hijo del suboficial.
Montaño relató que su padre fue trasladado a Tarija sin ninguna explicación y que la Policía prohibió su traslado a Cochabamba para poder ser cuidado por su familia mientras pasaba la enfermedad, más aún ya que Montaño padecía de diabetes.
El Comando de la Policía de Tarija negó las acusaciones en un comunicado asegurando que el suboficial contaba “con las comodidades básicas necesarias”.
“Durante su estadía en el área designada para aislamiento, recibió alimentación, apoyo con víveres y otros insumos necesarios, no solo por parte del Comando Departamental de Tarija, sino por los propios servidores públicos policiales, que trabajan con él, para apoyar en dicha situación”, señala el comunicado de la Policía. (EL DIARIO y Visor.Bolivia)