El suboficial de Policía, Víctor Montaño Paticollo, murió ayer víctima del Covid-19, luego de haber sido trasladado a cumplir funciones en Tarija, donde no recibió atención adecuada pese a sus súplicas al comando superior.
El policía que trabajaba en Cochabamba fue destinado a Tarija en pleno ascenso de la pandemia y con diabetes, que es una enfermedad de base. Cuando se confirmó el diagnóstico de Covid-19 fue llevado a una posta fría donde ni siquiera contaba con agua caliente.
“Acá estoy botado, solo, aislado, deberían atendernos”, dijo compungido y con dificultad para respirar, luego de ser recluido en la denominada “guardería” policial.
En otro clip le pide llorando a su comandante, poder volver a ver a su familia y a sus hijos. “Yo no he hecho daño a nadie, más al contrario yo he hecho mi trabajo bien, por qué me han cambiado, ya he estado dos años en Beni, ahora dos años más en Tarija, no mi coronel”.
La activista y exdirigente de las esposas de policías, Guadalupe Cárdenas, denunció el hecho y responsabilizó a los comandantes departamentales, coronel Johnny Corrales de Cochabamba y coronel Sadid Ávila de Tarija, porque actuaron contra el suboficial por haber sido parte de los movimientos de noviembre de 2019.
“Este coronel Corrales un sanguinario que no le importó que el suboficial Montaño tenía una enfermedad de base igual lo destinó a Tarija y todo porque el 2019 estuvo con su pueblo, y el de Tarija lo envió a la guardería sin que hubiera médicos y alguna persona que lo atendiera por el Covid-19”, dijo Cárdenas.
La activista es Embajadora de los Derechos Humanos Mundial y publicó los informes médicos de la Unidad de Medicina del Trabajo Regional Cochabamba, que aconsejaban mantener en un lugar a Montaño, con la precaución requerida por su condición de diabético e hipertenso. (Visor Bolivia)