“Una estridencia de voces y declarantes no deja ver cuál es la agenda real del país o de las instituciones. Interferencias de oficio de todas partes, que pone en evidencia un extremo autoritarismo o una ausencia de clase dirigente”, lamentó Santistevan en contacto con EL DIARIO.
En ese marco, apuntó que no se sabe dónde se discuten los problemas prioritarios del país, ni quién manda.
“No tenemos un cuerpo orgánico que maneje el Estado porque no lo hemos formado oportunamente. A pesar de acuerdos parciales, aquí y allá, de avance en ciertas políticas públicas, no contamos con un cuerpo dirigente estructurado para la conducción del país”, apuntó.
Manifestó que en el país existen políticos sin preparación expresa, salvo algunas excepciones.
“Lastimosamente hay ciudadanos a quienes no se les exige capacitación, formación, ni experiencia, olvidándose que la función pública es una misión compleja, pues hay que tomar decisiones difíciles y participar en debates abiertos, ejerciendo docencia pública”, aseveró.
Lamentó que las “élites criollas” no hayan logrado cohesionarse como grupos de interés, establecer niveles de concertación, construir un programa de defensa común de la diversidad de intereses nacionales.
En ese marco, dijo que una primera tarea de las instituciones del Estado en particular de las Fuerzas Amadas, es religar las diversas regiones y nacionalidades complementada con educación, formación de estadistas y capacitación de una clase dirigente consistente porque ahí convergen ciudadanos de todas las clases y se enrolan profesionales, premilitares, soldados y administrativos.
“No hay destino nacional asegurado sin organización colectiva; hay que entender que existen fuerzas centrífugas, grupos de poder, grupos de interés, lógicas distintas y contrarias al poder nacional. Para intervenir y negociar en esas lógicas externas e internas propias del mundo global se necesitan equipos nacionales bien preparados, con escuela y experiencia”, advirtió.
Apuntó que es necesario trabajar para formar profesionales que combatan los desastres naturales y sanitarios, intervenir en la regulación de un comercio internacional, combatir las redes criminales que no tienen fronteras, entre otros temas.
“Los bolivianos debemos reflexionar sobre la necesidad de formar convenientemente a los futuros estadistas y líderes del país. Satisfacer esta necesidad nos ayudaría a salir de las endémicas crisis gubernamentales y democráticas, al igual y en la misma intensidad, la educación es fundamental para enfrentar los retos del futuro y forjar convenientemente la prosperidad de la nación”, aseguró.