La madre de Laura D. C. B., la mujer de 32 años que fue asesinada con 14 puñaladas en la laguna Alalay de Cochabamba, recibió una llamada a la 1:30 de la madrugada del 6 de mayo, en Santa Cruz. Un policía le dijo que su hija había sido hallada muerta y ella colgó de inmediato, creyendo que se trataba de una extorsión.
La mujer pensó que se trataba de una llamada de las que hacen desde las cárceles para sacar dinero a las familias. Su corazón le impedía imaginar siquiera que su hija esté muerta. Sin embargo, ayer veló y enterró los restos mortales de Laura en la ciudad oriental.
Laura dejó dos niños en la orfandad. El primero, hijo de una primera relación, es un varón que ayer cumplió 12 años. La segunda es una niña de cinco años, fruto de una segunda relación de la que ella quería librarse, pues sufría violencia.
Según la madre de Laura, cada vez que la pareja de su hija la agredía, ella escapaba a Cochabamba para quedarse con una amiga con la que alquilaba dos cuartos, por unos tres días, hasta que pasara la ira de su pareja.
Hace dos meses, en uno de sus viajes a Cochabamba, conoció a su verdugo, quien le dijo que tenía más edad de la que supuestamente tiene.
Hace un mes comenzó una relación con él, pero descubrió que también era violento y por eso lo echó de la habitación en la que ella se quedaba. Él no lo aceptó, al parecer la citó o la llevó con engaños a la laguna Alalay y allí la mató con 14 puñaladas en el pecho, el abdomen y la espalda. Luego huyó a Santa Cruz, donde fue capturado.
Según la mejor amiga de la víctima, una semana antes de ser asesinada, Laura decidió acabar con la relación porque él le levantó la mano.
El día del crimen, el joven buscó a Laura a las 20:00 horas. Ella le respondió mensajes a su amiga hasta las 21:15, pero solo le dijo que estaba algo ocupada. Tres horas después estaba muerta.
Trabajadoras sociales de la Fundación Voces Libres y abogados del Observatorio de Justicia recogieron los restos de Laura el viernes a las 14:00 horas, los llevaron al velatorio de la funeraria Rivas hasta las 16:45 y luego trasladaron el ataúd hasta el aeropuerto Jorge Wilstermann para enviarlo en un vuelo a Santa Cruz, a las 17:00 horas, para que su familia pueda velarlo y sepultarlo.
FEMINICIDA
Por otro lado, el adolescente de 17 años, imputado por presuntamente ser el responsable del feminicidio de Laura, sería sentenciado a solo seis años de reclusión en un centro de menores infractores.
“Él es una persona adulta, en tres meses cumplirá 18 años, tendría que ser juzgado como una persona adulta. De aquí a seis años cuando cumpla 24, este chico, este feminicida estará caminando libre por las calles”, aseveró la abogada de la parte acusatoria, Dayana Sevilla, según reporte de Bolivian al Día.