“Esperemos que la Fiscalía admita esta denuncia y se pueda convocar a la gran cantidad de testigos quienes van a poder señalar estos extremos y poder identificar a los responsables”, dijo la abogada Evelin Cossío.
La jurista precisó que la denuncia es por los presuntos delitos de porte y portación ilícita de armas y explosivos.
Asimismo la jurista manifestó que presuntamente existe una orden de aprehensión contra Lluta.
“Existiría una orden de aprehensión pero a la suscrita le extraña este aspecto toda vez que en todos los procesos que se le ha atribuido la comisión de ilícitos al señor Armin Lluta, él mismo se ha presentado de forma voluntaria”, precisó.
OBLIGADO A
RENUNCIAR
Por otro lado, Armin Lluta, el presidente de una de las facciones de Adepcoca, reapareció ayer y denunció que fue víctima de amenazas y responsabilizó a Arnold Alanes, en caso de que él o su familia sufran algún daño en su integridad.
“Decían que si yo no renuncio al cargo me van a matar, que mi hijo corre riesgo, que el único dirigente legal es Arnold Alanes y que el Gobierno lo va a reconocer. ‘Tú te irás a la cárcel, tienes que renunciar al cargo, si no tu vida está en riesgo, en la otra te vamos a matar’ (eso decían). Yo creo que esas amenazas son de cobardes”, relató Lluta.
El dirigente que cuenta con el apoyo de una gran parte de los cultivadores de coca de los Yungas, manifestó que en el ataque a la sede de Adepcoca en Villa Fátima la madrugada del lunes, logró escapar de una persecución que le hicieron varios jóvenes.
Una persona lo resguardó en su domicilio particular, pero que a las 2:00 de la mañana llegaron agentes de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (Utop) y lo obligaron a huir nuevamente.
“Me resguarde, me persiguieron varios jóvenes. Una persona me resguardó en su domicilio, pero la Policía llegó a ese domicilio, a las 2:00 de la mañana llegó la Utop y quiso ingresar a la casa particular. Tuve que escapar, seguro eran de Inteligencia, me empezaron a perseguir. Gracias a cinco o seis perros en el río que los atacaron pude salir. Una señora me prestó el celular y llamé para que me puedan ayudar”, contó.