La situación de las cárceles de Ecuador es crítica desde casi dos años. El pasado martes el nivel de violencia se salió de control. Al menos 79 presos murieron y ocho resultaron heridos en una serie de motines simultáneos registrados en cuatro centros penitenciarios del país, según reporte de medios locales.
El presidente ecuatoriano Lenín Moreno aseguró que detrás de los enfrentamientos entre reos hay “organizaciones criminales”.
En ese marco, Llanos apuntó que es necesario hacer una clasificación en la población penitenciaria entre sentenciados y preventivos.
“Debemos abandonar las pretendidas construcciones de mega cárceles de 2.000, 5.000 personas privadas de libertad que se hacen ingobernables. Debe haber una adecuada distribución de las personas privadas de libertad en pabellones con una población no mayor a 450 internos”, dijo Llanos.
Asimismo, sostuvo que es urgente que las autoridades del Órgano Ejecutivo y Legislativo puedan tener un grado de pro actividad en este tema que puede en el próximo futuro presentar incidentes peligrosos.
Llanos aseveró que lo sucedido no debe repetirse en el contexto de centro y Sudamérica.
“Si no filosofamos sobre la rehabilitación, estaremos elaborando leyes para subsanar problemas sin pensar en los grandes problemas de nuestra convivencia. Todas las personas privadas de libertad, no importando el delito, pueden mejorar sus condiciones de vida si están en un régimen basado en normas y leyes igualitarias, en convivencia pacífica y controlada, con disciplina y méritos”, aseguró.
Aclaró que es importante conocer el contexto en el que se desarrolla el crimen, y como el tipo delictivo de narcotráfico va cambiando y aunque sea un ilícito de “lesa humanidad”, ha penetrado en regiones, zonas y barrios del continente debido a la generación de recursos económicos.
“Estas ganancias lucrativas, cambia la mentalidad de las personas que se hacen parte de grupos de tráfico y carteles, por ejemplo, el cercenar cuerpos, es parte del escarmiento que infringen los narcotraficantes mexicanos a quienes impiden sus fines ilícitos”, explicó.
ECUADOR
Según reporte de la BBC, las cifras son espeluznantes y las imágenes de la violencia intracarcelaria que estalló el pasado martes en varias prisiones de Ecuador, más todavía.
Al menos 79 reos murieron en los enfrentamientos entre miembros de bandas rivales amotinadas en centros penitenciarios en Cuenca, Guayaquil y Latacunga, más que todos los muertos registrados el año pasado en las 48 prisiones de Ecuador.
La saña y la extrema violencia de sus integrantes se hicieron evidentes en las imágenes de cuerpos decapitados y desmembrados que pronto empezaron a circular en redes sociales.
“Sin precedentes lo que ha sucedido hoy (martes)”, dijo el exalcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera, en referencia a las 34 muertes que se produjeron en la cárcel de El Turi, una de las más afectadas, según reporte de la BBC.
El director del Sistema Penitenciario, Edmundo Moncayo, atribuyó la escalada de violencia a una pugna de poder entre dos bandas, recrudecida tras el asesinato de uno de sus líderes después de recobrar la libertad.
La Fiscalía confirmó el levantamiento de ocho cadáveres de la prisión de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi, donde cumple prisión el exvicepresidente de Rafael Correa, Jorge Glas, por el caso Odebrecht.
El director del sistema penitenciario confirmó después que había policías heridos, pero que los funcionarios de las prisiones habían conseguido salir a tiempo. El ministro de Gobierno, Patricio Carrillo, indicó que entre los amotinados en ese centro había reos de “alto riesgo”.