El JIFE es un órgano de Naciones Unidas que vigila el cumplimiento de los tratados antidrogas. En su informe que presentó el jueves en Viena (Austria), menciona que incluso observó en otros países el uso de aeronaves privadas para trasladar droga dentro de la región y hacia Europa.
Asimismo refieren que el sistema fluvial Paraguay-Paraná, formado por 3.400 kilómetros ininterrumpidos de ríos que conectan la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, con el océano Atlántico, parece haberse consolidado como puerta de entrada para el transporte de la cocaína fabricada en Bolivia y el Perú a los mercados internacionales de droga a través de puertos brasileros y paraguayos.
“Esto supone un nuevo reto para las autoridades, que estaban acostumbradas al tránsito de drogas desde el Estado Plurinacional de Bolivia principalmente por rutas aéreas y terrestres”, se lee en el informe.