El delegado defensorial de Santa Cruz, Carlos Lara, calificó como una “tortura” que se haya negado la interrupción del embarazo a la menor de edad que fue vejada por el padre de su padrastro.
“Hubo presión sobre la niña por parte de instituciones a las que hacemos llegar esta denuncia, para que cambien de opinión al primer consentimiento que se ha dado para que se realice. Suspender el tratamiento que ya estaba en curso para una niña generará secuelas, además, tenemos la figura de tortura, es una menor de 11 años y el proceso de embarazo se considera una tortura”, indicó Lara.
El fin de semana se conoció el caso de la niña de 11 años que resultó embarazada luego de ser víctima de violación por parte de su abuelastro.
Ya el martes se informó que la pequeña tiene una gestación de 21 semanas y se le inició el procedimiento de interrupción del embarazo, que fue suspendido luego de la intervención de la Iglesia. (Agencias)