“La autopsia fue desarrollada conforme a las guías y protocolos del IDIF, los cuales cumplen estrictos estándares internaciones, mediante la técnica empleada se realizó la apertura de la cavidad craneana, torácica y abdominal. De los hallazgos de la autopsia, se pudo evidenciar cianosis (cambio de coloración en la piel y mucosas) los cuales son propios de los síndromes de asfixia. En la cavidad oral, se observaron restos de contenido alimentario correspondiente a cúmulo bolo de hoja de coca semidigerida (masticada) en abundante cantidad en la faringe, laringe y el tercio superior de la tráquea cuyo conjunto configuran anatómicamente las vías aéreas superiores, obstruyendo las mismas e impidiendo el paso natural del flujo del aire hacia los pulmones”, explicó Padilla.
La Directora del IDIF, agregó que en el examen externo traumatológico se observó lesiones en el cráneo que son superficiales, en la región del cuero cabelludo ubicado por debajo de la línea del sombrero, las cuales son compatibles por caída del sujeto.
Las lesiones excoriativas en cara y miembro inferior izquierdo también son compatibles por caída, por tener un mecanismo de producción por deslizamiento sobre una superficie contusa.
En el examen interno, se procedió a la revisión detallada de todas las cavidades, cada órgano con su correspondiente colecta de muestras para realizar estudios complementarios.
“Es pertinente aclarar que el IDIF únicamente ha realizado la autopsia legalmente solicitada bajo requerimiento fiscal de 9 de noviembre del año en curso, estableciéndose que no recibió ningún otro requerimiento de la comisión de fiscales u orden judicial para realizar una nueva autopsia médico legal sobre el cuerpo del fallecido”, sostuvo Padilla.