La autoridad precisó que el acusado es un suboficial que está procesado por la falta de atribuirse cargos o prerrogativa que no le correspondan, la cual está contemplada en la Ley del Régimen Disciplinario de la Policía.
En enero de 2021, el viceministro de Descolonización, Pelagio Condori, presentó la denuncia contra 26 policías por el motín de 2019 y quema de la Wiphala.
Apuntó que el plazo para concluir la investigación contra los otro nueve denunciados, entre ellos dos coroneles y tres tenientes coroneles, fenece la siguiente semana.
Álvarez aclaró que se tomó declaraciones a todos los efectivos denunciados, excepto al exdirector nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Iván Rojas, de quien se dijo se encuentra radicando en Chile.
MOTÍN
La tarde del 8 de noviembre de 2019, empezaron a circular imágenes sobre un movimiento inusual en el patio principal de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) de Cochabamba, al finalizar la tarde se confirmó el motín policial.
De acuerdo con los efectivos que se amotinaron, una de las razones fundamentales para la medida fue que el entonces comandante de la Policía de Cochabamba, Raúl Grandy, protegió sobremanera a los cocaleros del Chapare en las movilizaciones y enfrentamientos que intentaron quebrantar el paro indefinido, que era liderado por cívicos.
Circuló en las redes sociales, un video donde Grandy hablaba con un grupo de cocaleros, a quienes prometía escolta policial y les instruía mantener la calma, mientras ordenó la represión a los activistas que denunciaban fraude electoral y exigían nuevas elecciones.
“Había bastante represión contra el pueblo, contra la gente que estaba contra Evo Morales”, contó uno de los policías.
Otro incidente que incentivó la medida, fue que durante uno de los enfrentamientos un joven resultó herido en la cabeza por gente afín al Movimiento al Socialismo (MAS), un efectivo policial lo auxilió, lo que desató la ira de Grandy, quien no conforme con llamarle la atención, lo amenazó con cambiarlo de destino.
El descontento y rechazo policial se dio a nivel nacional porque la sociedad se había percatado que solo obedecían y servían a los intereses del gobierno de Evo Morales.
En las redes se viralizaron memes con imágenes de policías atendiendo pedidos de comida y otros servicios personalizados en alusión al servilismo.