“La primera teoría de Romero fue que Jonathan Quispe muere por una canica que sale de un petardo y que fue otro estudiante el que le había disparado, ya después que se hicieron las investigaciones, cuando ya se sabían detalles, cuando ya se vio acorralado, coloca al verdadero victimario que era un policía que aún sigue apelando porque niega que haya sido él”, dijo el abogado Jorge Santistevan.
En el caso de Pedro Montenegro, apuntó que dilató su extradición y proceso por narcotráfico.
En el tema de Franklin Gutiérrez apuntó que manipuló, a través de la dirección de Migración, el flujo migratorio, extremo que sirvió de argumento para mantenerlo encerrado.
“Supuestamente el policía (Daynor Sandóval) murió en enfrentamientos, pero eso ha quedado desvirtuado por los abogados porque el disparo se hizo a corta distancia. Franklin Gutiérrez era inocente de todo los delitos por los que lo imputaron”, dijo.
Asimismo recordó que no se hicieron investigaciones serias por la explosión de bombas en pleno carnaval de Oruro, minimizando el hecho indicando que se trató de la explosión de una garrafa.
La abogada, Norma Piérola manifestó que había bastante evidencia de que producto del narcotráfico, entraban aviones a Chimoré de donde descargaban cajas, empero no se hizo nada.
“Incluso hay videos, pero no podíamos saber si los atados que llevaban era droga, armas u otros. En Sacaba y Senkata habían sicarios a sueldo que estaban disfrazados, con armas mejores que los de los policías”, aseveró.