El menor había desaparecido el 12 de febrero, cuando se dirigía a la casa de familiares. El director nacional de la fuerza anticrimen, coronel Alberto Aguilar, indicó que el hecho se registró por la comunidad de Huayrapata.
Desde entonces, su familia recibió mensajes enviados desde el celular de Beymar, en los cuales se pedía 50 mil bolivianos a cambio de entregar con vida al adolescente, según informó el jefe policial.
La familia del menor negoció y acordó que pagaría 40 mil bolivianos y que la transacción se haría en la ciudad de La Paz.
De acuerdo con el informe policial, primero se había acordado que la familia deje el dinero en la parte trasera de un minibús en villa El Carmen, pero al no aparecer nadie, se recogió el monto sin ser entregado.
En una segunda ocasión se había convenido dejar el dinero en otro sector de la misma zona, pero tampoco se pudo completar la entrega, debido al clima y el granizo que había al momento.
Para una tercera ocasión, se había pedido a los padres que lleven el dinero al Puente Seke, de la ciudad de El Alto, pero los familiares pidieron una prueba de vida del adolescente (una foto con el periódico del día), lo cual no fue cumplido por los secuestradores.
Entretanto, la Policía había identificado el lugar de donde se usaba el teléfono del menor desaparecido, era por la misma localidad de Huayrapata.
El miércoles 17 de febrero se realizó un operativo donde en ese sector se encontró un vehículo Caldina, el cual había sido visto por testigos llevándose al adolescente.
Entonces, se procedió a la aprehensión de un menor de 17 años, identificado como Víctor M. K., quien este mismo jueves cumplió 18 años, según sus familiares.
El jefe policial señaló que el joven aprehendido confesó haber estrangulado a la víctima el mismo 12 de febrero y que dejó el cuerpo al lado de la vía.
Acotó que en una primera declaración el joven dijo que había cometido el crimen para obtener dinero y comprarse un vehículo indocumentado, pero después cambió su testimonio y acusó a otro sujeto, identificado como Moisés Q. C., de haberle ofrecido 10 mil bolivianos para hacer “desaparecer” al menor.
El motivo para ordenar la “desaparición” del adolescente habría sido que Moisés Q. C., tendría rencillas con la familia dela víctima por temas económicos, debido a la compraventa de almácigos de coca, señaló el coronel Aguilar.
En los Yungas, la Policía se puso a la búsqueda del cuerpo de la víctima y, con las indicaciones del joven autor confeso del crimen mediante videollamada, pudieron encontrar el cadáver.
Los dos implicados en el caso están aprehendidos por la Policía, bajo los cargos de secuestro y asesinato, agregó el jefe de la Felcc. (Erbol)