Líderes indígenas de las comunidades del pueblo Tsimané denunciaron que desde hace varios años soportan todo tipo de maltratos por defender sus territorios, de esta forma y al no recibir apoyo del Gobierno se ven obligados a abandonar sus tierras.
En declaraciones a ANF el dirigente Rosendo Merena contó que desde hace 22 años viene soportando humillaciones, golpes y hasta amenazas por defender su comunidad. Reveló además que el 2018, sufrió golpizas porque le acusaron de instigar a los indígenas que pedían el respeto a sus tierras. Pese a esa situación del maltrato, el dirigente afirma que no dejarán de luchar por su tierra.
“Como soy presidente de la organización me están amenazando totalmente, el 2018 me han golpeado, diciéndome que yo soy como la cabeza (…). Golpeado, pero seguimos defendiendo”, afirmó, señalando que no cuentan con apoyo desde el Gobierno para que se brinden todas las garantías a las comunidades indígenas.
Lamentó que muchos habitantes de estas zonas no logren acceder a capacitaciones para conocer sus derechos y tienen que sobrevivir con lo que tienen en la selva, que cada vez está siendo amenazada por interculturales, ganaderos que los despojan de sus tierras y recursos naturales.
Esa situación no solo produce una reducción en la extensión de su territorio, sino que los obliga a abandonar sus tierras en “conflicto” y buscar otras tierras donde vivir en paz, con la garantía de supervivencia de acuerdo a sus formas de vida tradicionales.
“Siempre estamos luchando de lo que vivimos (sus tierras), no estamos viviendo tranquilos, seguimos trabajando hasta hoy. Nuestros hermanos tsimanes no tenemos ninguna capacitación (…), sobrevivimos. Siempre estamos dispuestos a seguir adelante, siempre buscamos la manera de sobrevivir y proteger nuestro territorio”, indicó.
Una de las grandes preocupaciones del sector Yacuma es que carecen de reconocimiento de derechos sobre las tierras que ocupan desde tiempos precoloniales. Merena revela que esa demanda se hizo conocer al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), pero no tienen respuesta.
Otra situación que les preocupa y que denunciaron es sobre la deforestación de los bosques. Pese a que hicieron conocer a la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra no hay una respuesta.
“Me da pena porque no hay respuesta del INRA, ya se va finalizar el año, nunca sale la respuesta del INRA ni su informe y tampoco hay resultado de la ABT, la empresa maderera está destruyendo nuestros bosques”, indica.
El pasado 7 de octubre el pueblo indígena Tsimané presentó, junto a organizaciones de la sociedad civil, el Informe Alternativo al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el que denuncia que es víctima del olvido y la discriminación del Gobierno nacional.
Esa investigación reveló que el Territorio Indígena Multiétnico sufre presiones y amenazas territoriales que se presentan por varios frentes; primero hay dueños de estancias colindantes a las comunidades Tsimané, que en muchos casos extienden ilegalmente sus actividades agrícolas o ganaderas a áreas tituladas de la TCO. También empresas madereras con concesiones forestales caducadas, pero que continúan el aprovechamiento de madera y presionan a la subcentral del Territorio Indígena Multiétnico TIM, para “legalizar” el aprovechamiento de madera.
En el documento se confirma que el INRA realizó el “saneamiento de la propiedad agraria” en el sector Yacuma y reconoció derechos propietarios a todos quienes demostraron una posesión o tenencia legal de la tierra, el 2010 se declaró parte de estas tierras como fiscales.