Miguel Ángel Gonzales fue posesionado como interventor el 05 de enero de 2021, inmediatamente despidió a 50 trabajadores argumentado la reestructuración de la empresa y contrató a 60 personas. Creó algunas asesorías con salarios elevados y roles que fueron seriamente cuestionados por los trabajadores de la empresa y autoridades del sector. Fue denunciado por efectuar un donativo con recursos de la empresa a la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos Csutcb, por una suma de 20.000 bolivianos que tendría la finalidad de comprar muebles y televisores, a cambio de avales políticos para ser designado como interventor en la compañía. Fue destituido porque habría alterado información sobre su gestión y será denunciado penalmente por falsedad material.
Tomás Quisbert fue posesionado el 23 de febrero de 2021, quien inmediatamente destituyó a las 60 personas que contrató Miguel Ángel Gonzales y restituyó en sus cargos a 50 trabajadores que despidió su antecesor, dejando expuesto una responsabilidad laboral y daño económico que sobrepasa el millón de bolivianos por despidos injustificados.
Tomás Quisbert fue destituido al segundo día de su posesión, al ser cuestionado por las autoridades del sector debido a que estuvo observado y denunciado por la crisis del agua que sucedió el año 2016. Quisbert asumía el cargo de jefe del departamento de plantas, directo encargado de controlar los volúmenes de agua de las represas y seguimiento al “comportamiento de las lluvias”.
Bladimir Iraizos fue posesionado el 26 de febrero del presente año, cuestionado seriamente por los trabajadores por su perfil de agrónomo, falta de experiencia y gestión en el manejo de la empresa, denunciado por generar división entre los trabajadores, motivar huelgas de hambre, persecución policial a los trabajadores, denunciado en redes sociales por cobros económicos a cambio de puestos laborales en la empresa.