La jornada violenta de ayer dejó el saldo de al menos dos heridos hasta el final de la tarde. Una mujer recibió el impacto de una granada de gas.
Ayer fue la novena jornada de violencia donde los cocaleros se enfrentaron a la Policía queriendo recuperar su sede donde además se comercializa la coca legal.
Este bloque rechaza la dirigencia de Arnold Alanes, quien tiene aval del Gobierno. Aseguran que después de recuperar su sede irán a nuevas elecciones para tener una sola dirigencia.
Los vecinos de lugares aledaños expresaron su molestia porque los policías hacen uso indiscriminado de gases lacrimógenos cerca de sus viviendas o ingresan hasta sus hogares logrando afectar a niños y ancianos.
“Para gasificarnos tienen dinero, para enfrentar a la población gastan tanto cuando estamos pasando por el peor momento económico”, dijo uno de los vecinos en un tono molesto.
Tras más de tres horas, persistieron los enfrentamientos y en algunos sectores ardían los pajonales cuyo fuego era mitigado por vecinos de la zona.
Los gases lacrimógenos y los estruendos de los cachorros de dinamita es ya la característica del Distrito 13 de la urbe paceña, donde hace diez días se rompió la relativa tranquilidad que se vivía.
Decenas de vecinos marcharon con banderas blancas exigiendo pare la violencia. Otros armaron una especie de barricadas para evitar el ingreso de cocaleros y policías a diferentes calles.
MARCHA
Antes de los enfrentamientos, las mujeres productoras lideraron una marcha que fue frenada por un cordón policial y se pusieron de rodillas para rezar, pidiendo que se ablande el corazón de los efectivos. Hasta el lugar llegó Alanes con sus allegados para exigir la unidad, empero la respuesta fue el pedido de su renuncia a gritos.
“Han visto la realidad, los que están aquí son los violentos, nosotros buscamos la unidad (…) Tienen que aceptar la realidad de las grandes mayorías. Somos 40.000 socios y aquí veo 100 personas”, afirmó.
Antes de ingresar a la sede de Adepcoca, en entrevista con el periodista Nicolás Sanabria, Alanes aseguró que los movilizados no pasan de cien personas y que él tiene el respaldo de más de 23.000.
PEDIDO DE PAZ
A pesar de que vecinos de Villa Fátima y Villa El Carmen pidieron paz y el repliegue de cocaleros de Yungas y la Policía, la jornada violenta se repitió ayer, donde las explosiones y gasificación fueron la constantes.
Los vecinos pusieron barricadas en calles aledañas a Adepcoca para defenderse.