El proyecto espera cerrar el año con 40 empresas certificadas, más de 700 personas sensibilizadas; entre funcionarios públicos, privados y la comunidad.
“Para certificar un destino turístico, se tiene que sensibilizar y capacitar a los actores de la comunidad, al sector privado y al sector público sobre temas de explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes”, explicó Ariel Ramírez, coordinador nacional del Movimiento Vuela Libre Bolivia.