El fiscal de materia, Edson Orellana, informó que el hecho se registró en el domicilio de la víctima ubicado en la zona sud del municipio de Cochabamba, la noche del 23 de abril de 2022, cuando Ángel inició una discusión con su concubina Jhovana, por celos, en esas circunstancias el hombre golpeó a la mujer con un palo de picota, varias veces, en la cabeza dejándola sin vida.
Según el acta de autopsia, elaborado por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), la víctima murió por hemorragia subaracnoidea, fractura multifragmentaria de cráneo y traumatismo craneoencefálico abierto severo.
El hombre que confesó ante la Policía que mató a su esposa, relató que la golpeó tres veces en la cabeza mientras ella estaba recostada en la cama escuchando música a todo volumen, por lo que ni siquiera se dio cuenta que él iba a atacarla.
En conferencia de prensa, la abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez, pidió ayuda para encontrar a la familia Chávez Callejas, que presumiblemente viviría en Santa Cruz y Tarija, para que reconozcan a la víctima y contengan a los hijos que quedaron solos.
Cortez relató que, de acuerdo a las declaraciones que Ángel brindó al llegar a la Policía, la tarde del sábado 23 de abril salió con Jhovana a comer a un local que está cerca del Politécnico y allí consumieron algunas bebidas hasta las 20:00 horas. Luego fueron al mercado a comprar unas flores que necesitaba uno de sus hijos. Llegaron a su casa, en Alto Arrumani (zona sur, cerca de Kara Kara) a las 21:00 empezaron a discutir por los mensajes que Ángel leyó en el celular de Jhovana, entre ella y un varón.
La mujer le aseguró que no tenía ninguna relación con quien le escribió. Ángel salió de la habitación al patio, pero se enojó más y vio el palo grueso de una picota, al lado de la casa del perro.
Ángel contó que tomó el palo, entró a la habitación, cerró la puerta y vio a Jhovana recostada en la cama. “Me acerqué y le di tres veces en la sien de la cabeza. Ella no se dio cuenta, ya que estaba escuchando música de su celular, con volumen alto. Luego yo intenté matarme con un cuchillo que estaba encima de la mesa, me hice cortes en el brazo izquierdo. Me di cuenta que ella ya no se movía”, describió.
La pareja vivía con cinco hijos, uno de 14 años, del primer matrimonio de Jhovana, dos niñas de 12 y 10 años hijas de Ángel, de una primera relación también, y dos niños varones de 8 y 6 años, hijos de Ángel y Jhovana.
El autor del crimen explicó que llamó a la madre de sus dos hijas, para pedirle que las recoja, pero ella no le contestó. Salió de la casa, caminó hasta el colegio Juancito Pinto y de allí tomó un taxi en el que llegó a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, para confesar su delito.
Cortez hizo un llamado público a los familiares de Jhovana Chávez Callejas, para que viajen hasta Cochabamba, la reconozcan y puedan recoger sus restos mortales del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), donde permanecen tras la autopsia. “No se pueden entregar a otra persona que no sea un familiar”, aclaró.
Asimismo dijo que están trabajando, junto a la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia, en los abordajes psicológicos y sociales para ver si la familia ampliada reúne los requisitos para hacerse cargo de los menores.
De momento, el adolescente y los cuatro niños fueron resguardados en un hogar de acogida dependiente de la Fundación Voces Libres.
CAUTELARES
Por otro lado, Cortez informó que durante la audiencia de juicio solicitó medidas de protección a favor de los hijos, el adolescente, los niños y niñas que quedaron huérfanos, ordenando la restricción del derecho de visitas en la cárcel, fijando una asistencia familiar, prohibiendo la venta o hipoteca de los bienes de la pareja, para garantizar el derecho sucesorio de los hijos.
“La juez ha dado curso a todas nuestras peticiones, excepto la de la asistencia familiar, en tanto se verifique que Ángel Beltrán genera ingresos económicos”, detalló la abogada.