El joven médico que fue liberado de las falsas denuncias por la muerte del bebé Alexander, luego de cuatro años de permanecer encarcelado en el penal de San Pedro, cuestionó el irregular actuar del exfiscal de Distrito de La Paz durante todo el proceso.
En entrevista con radio Compañera, Fernández dijo que Blanco y la también exfiscal Susana Boyán, direccionaron el caso desde un inicio, incluso ocultando pruebas que lo eximían de cualquier responsabilidad en el deceso del menor en un centro de acogida de La Paz.
“En una primera entrevista con él, me dijo ‘sabe qué, doctor, usted es culpable hasta que se demuestre lo contrario’. Yo me quedé sorprendido, luego cambiaron mis declaraciones, querían que firme un documento para que me inculpe, que diga que había vejado al niño y yo me opuse”, rememoró.
Fernández también recordó que Blanco, luego de ese primer encuentro, fue a San Pedro haciéndose pasar por otra persona, para tratar de convencerlo de firmar unos documentos.
“Firma estas hojas, soy tu amigo, si firmas estas hojas todo esto se va a terminar y tú vas a quedar libre”, fueron las palabras de Blanco a Fernández con una reja entre ellos.
La acusación de Blanco y Boyán, con respaldo del entonces fiscal general Ramiro Guerrero, apuntaba a violación seguida de muerte. Se señaló a Fernández como autor e incluso se dijo que era culpable por el simple hecho de ser soltero y haber sido el único varón de turno la noche del deceso del bebé Alexander.
Once meses después del hecho y con Fernández en detención preventiva, salió un informe pericial que liberaba de sospechas al joven médico y que descartaba una agresión sexual al menor. Esa prueba fue ocultada por Blanco y Boyán.
“Hubo un estudio científico, un peritaje, que me eximía de toda culpa e indicaba que el niño en ningún momento fue agredido sexualmente; las causas del deceso han sido otras que con probabilidad pudo ser por la introducción de una sonda o termómetro”, dijo.
El informe, según Fernández, fue entregado en 2015 a la comisión de fiscales y estos “lo hicieron desaparecer” del cuaderno de investigaciones.
Blanco y Boyán ahora enfrentan un proceso precisamente por esconder información durante la etapa de investigación y podrían ser sentenciados a diez años de cárcel.
MÁS IRREGULARIDADES
Otra irregularidad cometida por Blanco fue el rechazo al informe de la perito Ángela Terán, quien realizó la necropsia al cuerpo del bebé y que también descartó la figura de vejación. Al conocer los resultados, Blanco respondió a la profesional: “Usted tiene que limitarse a dar su informe de otra cosa, no le he dicho (preguntado) si hay o no hay violación, eso déjemelo a mí”.
El montaje del caso, sin embargo, sí tomó en cuenta otro informe de una forense que, además de no estar debidamente registrada en el IDIF, se efectuó sin requerimiento fiscal. Ese documento apuntaba a una violación y fue el elemento de “prueba” para que la entonces jueza Patricia Pacajes dicte sentencia de 20 años contra Fernández en 2018.
Fernández reitera que Blanco, además de haber sido designado como juez, pese a tener denuncias ante el Consejo de la Magistratura, hoy todavía mantiene su particular hipótesis de culpabilidad contra el médico.
“En audiencias junto a un abogado, insistía en que mi persona era culpable, me trataban con adjetivos muy fuertes, hemos reclamado, no sé qué tiene este señor en la cabeza”, manifestó.
Fernández lamenta que pese a ser liberado gracias a un audio filtrado en el que la exjueza Pacajes reconocía que dictó sentencia en su contra bajo presión y sin pruebas, todavía no encuentra justicia, porque hasta hoy tiene que seguir acudiendo a juzgados. (Visor21)