“En este juzgado no se contaba con ningún tipo de registro del cuaderno por el cual el señor Choque Flores habría podido obtener una detención domiciliaria, Llama poderosamente la atención que no haya un registro de altas y bajas de los cuadernos, no existe un registro de las resoluciones planteadas. El exsecretario de este juzgado, al dejar sus funciones no habría realizado el inventario correspondiente de toda la documentación que estaba a su cargo”, advirtió.
Muñoz precisó que Gallo Ordóñez fue detenido por los delitos de uso indebido de influencias, incumplimiento de deberes, sustracción de documentos y consorcio de jueces, fiscales, policías y abogados.
Junto a Gallo, también fue aprehendida la trabajadora social, Jessica Choquetilla León, quien en 2019 trabajó en el juzgado de Alcón. Ella es investigada por los delitos de uso indebido de influencias, incumplimiento de deberes y consorcio de jueces y fiscales.
Muñoz dijo que Choquetilla debía realizar un informe cada tres meses sobre la detención preventiva de Choque, sin embargo, no se ha encontrado ninguno. También era quien tenía el control sobre las firmas que realizaba el violador y feminicida y no informó esta situación a las instancias correspondientes que podían haber revertido la detención domiciliaria.
FAMILIA
Asimismo, la fiscal Sarina Guardia informó ayer que la madre y hermana de Richard Choque Flores, asesino confeso de tres mujeres, fueron aprehendidas por el delito de trata de personas. Ambas personas presuntamente tenían conocimiento del hecho porque habitaban el inmueble del sentenciado.
La semana pasada la Policía dio con los cadáveres de Lucy Ramírez e Iris Villca, quienes fueron las víctimas de Richard Choque Flores que debió permanecer encarcelado, por una sentencia de 30 años sin derecho indulto que se le dictó por el asesinato de una joven en 2013. Sin embargo, ambas adolescentes de 15 y 17 años tuvieron la desgracia de caer en sus manos.
Choque fue beneficiado con un recurso de incidente de detención domiciliaria para seis meses que firmó el juez de Instrucción Penal, Rafael Alcón, en diciembre de 2019, a menos de seis años de condena de los 30 que el delincuente debía cumplir por haber acabado con la vida de Blanca Rubí.
LA CASA DE
LA MUERTE
En el caso de las adolescentes víctimas de feminicidio, el sujeto las “enamoró”, las retuvo y las llevó a su vivienda en la zona Ballivián de la ciudad de El Alto para abusar de ellas, asesinarlas con golpes en la cabeza y finalmente enterrarlas en su extenso patio entre pasto, tierra y adobes. Lucy había desaparecido en mayo e Iris en agosto de 2020.
Sin embargo, el delincuente también procedió a extorsionar a las familias de las víctimas, enviando mensajes que pedían rescate por 60 mil dólares. Mediante mensajes por WhatsApp, Choque mandaba fotos de las jóvenes desnudas y luego otras imágenes de cuerpos descuartizados amenazando que ellas correrían la misma suerte si no se cumplía su demanda. “No creo que quieras ver así a tu hija”, transcribió el psicópata.
Las familias recurrieron a la Policía, pero en ambos casos se les dijo que “debe ser un auto-secuestro” o que las jóvenes “seguro se escaparon con sus enamorados”. Ninguna investigación avanzó hasta este 21 de enero, cuando quedó detenido por las constantes denuncias de proxenetismo y extorsión.
Luego de la revisión de antecedentes, la Policía confirmó que el sujeto tenía una sentencia condenatoria y que debió haber retornado a su celda en mayo pasado. Las investigaciones confirmaron que Choque había asesinado a Blanca Rubí en noviembre de 2013, luego de violarla y obligarle a tomar sustancias químicas para luego enterrarla en la vivienda donde habitaba anteriormente, en la zona San Martín, también en la urbe alteña.
La semana pasada, Choque fue remitido al penal de San Pedro, pero los internos lo declararon persona no grata, que implica no hacerse responsables de su seguridad dentro del panóptico, pues los privados de libertad muchas veces hacen “justicia por mano propia” en este tipo de casos que impactan a la sociedad por los niveles de sadismo y crueldad.
Según un informe policial, se presume que Choque tiene aproximadamente 77 víctimas. Confesó haber enterrado a dos de ellas en su vivienda en El Alto. Además, es investigado por los delitos de trata y tráfico, proxenetismo, pornografía y porte o portación de armas de fuego y ahora está con detención preventiva en la cárcel de Chochocoro.