Según una nota publicada de El Deber, Inchauste fue identificado como uno de los creadores del plan “Sebastián Pagador” que ordenaba la protección de los centros estratégicos del Estado y del “plan de operaciones carburantes” que era el traslado de cisternas de combustible desde la planta de Senkata hasta el Colegio Militar de Ejército (Colmil).
El ex jefe militar fue convocado a declarar ante la comisión especial de la Asamblea Plurinacional en la que le interrogaron sobre su papel en los hechos de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto). En ambos casos, el general Inchauste declaró que él estaba a cargo del Ejército y que las tareas conjuntas que se realizaron en esas dos regiones estuvieron a cargo de mandos superiores.
“Cuando se habla de operaciones en las que intervienen en forma conjunta la Fuerza Aérea, Armada Boliviana, Ejército y la Policía, estas se encuentran en otro escalón de mando, nosotros solamente somos de nuestro escalón (Ejército) por lo tanto, en este caso, desconozco la planificación que se ha realizado en ese operativo (plan Sebastián Pagador)”, dijo entonces.
Inchauste fue Comandante General de Ejército entre el 13 de noviembre 2019 al 4 de marzo del 2020, cuando fue reemplazado por el general Willy Pozo Torrico.
En ese entonces, dijo ante la comisión que como parte del Ejercito no tenía competencia para dar orden de carácter conjunto a la Armada y Fuerza Aérea, menos a la Policía. Sostuvo no haber recibió ninguna comunicación de parte de su personal, que le informe sobre fallecidos de la parte civil, empero, sí conoció sobre heridos de la parte militar y sobre destrucciones de equipos y movilidades.
Aseguró desconocer lo sucedido en Sacaba y Senkata porque no se encontraba en el lugar. Cuando le consultaron sobre los fallecidos por arma de fuego indicó que ellos no portan el calibre 22 porque no es reglamentaria de dotación, ni de uso personal, “como militares manejamos un arma de calibre mayor (pistolas calibre 9 milímetros, fusiles 5.56 Gali, Letal 162), no es un calibre militar y si han encontrado fallecidos y se ha demostrado que es ese el calibre, de seguro no pertenece al Ejercito o las FFAA”, refirió en su declaración.
Al momento, diez ex jefes militares fueron imputados formalmente por la Fiscalía por los acontecimientos posteriores a la renuncia de Evo Morales. Ocho de ellos tienen detención preventiva o domiciliaria y dos están con orden de captura.
En noviembre de 2019, sectores sociales afines al Movimiento al Socialismo (MAS) se enfrentaron en Sacaba (Cochabamba) y Senkata con policías y militares. Producto de estos hechos violentos murieron 36 personas. (Agencias)