“(Los medios) solamente muestran cifras y no tienen el cuidado de no mostrar a las víctimas. Muchas veces acuden a entrevistarlas para que cuente su historia y en cambio tienen el cuidado de no mostrar al violador, al maltratador, cuando es aprehendido”, lamentó.
Manifestó que al llamar a la víctima para que cuente su historia es solo revictimizarla y mostrar solo el morbo ya que no hacen nada para sensibilizar a la sociedad, sino todo lo contrario, están normalizando la conducta violenta.
“Incluso van a los velorios y preguntan a los dolientes cómo se sienten, eso no se veía antes, el respeto tiene que instalarse en todo nivel desde los medios de comunicación, colegios y otras instancias”, dijo.
Según una investigación de la comunicadora Sandra Villegas, con frecuencia los periodistas no son conscientes de que con el enfoque informativo que adoptan vulneran la dignidad, honra y derecho a la privacidad de las personas.
“Desafortunadamente, en la cobertura periodística de hechos de violencia la presión por tener ‘la primicia informativa’ o la falta de preparación técnico-profesional de algunos periodistas, suelen llevar al sensacionalismo; a sacrificar la calidad y la ética de las noticias por la urgencia de publicar hechos y declaraciones sin corroborar los datos, en particular en las noticias sobre agresiones, asesinatos y violaciones de mujeres, niñas y niños”, se lee en una parte de la investigación.
Asimismo, refiere que existe una tendencia generalizada a elaborar las noticias desde la simplificación de los hechos y la magnificación de la violencia.
“En ocasiones se reduce las historias de violencia a desgracias personales sin causas ni consecuencias, sin contexto. Simultáneamente, en otras noticias televisivas se magnifican los hechos de inseguridad o desgracias personales a partir del enfoque del escándalo o el morbo para subir el rating, que comercialmente es conveniente para la empresa periodística”, se lee.