La fiscal del caso, Noemí Cossío, refirió que el hecho se registró desde el año 2012 en el municipio de Quillacollo, desde que la menor tenía ocho años de edad, el progenitor aprovechaba que su actual pareja no se encontraba en el domicilio y enviaba a sus hijos a la casa de su abuela, después se dirigía a la habitación de su hija adolescente y cometía el delito de violación. Para tranquilizarla el hombre le dijo que le compraría un teléfono celular, pero la menor no aceptó, por lo que el agresor la amenazó con matarla si contaba lo sucedido.
En junio del año 2020, la víctima se animó a contarle lo que estaba pasando a su tía materna, quien después la llevó a dependencias policiales para denunciar el hecho. El agresor fue detenido ese mismo día y puesto a disposición del Ministerio Público para el correspondiente proceso penal.