Severino y Adriana (nombre cambiado para proteger la identidad de la víctima) vivieron juntos y tienen una hija en común que ya cumplió 10 años. Sin embargo, hace 18 meses se separaron debido al carácter violento de él. Adriana tomó otro rumbo y Severino, al enterarse recién de que ella trabaja en un local nocturno fue a buscarla dos veces.
La primera, el 31 de julio de este año. De acuerdo a un informe de acción directa de la Policía, Severino Vallejos escaló la pared del local Zaratoga, en la avenida 6 de Agosto y se metió a la habitación de Adriana.
La tomó de los cabellos y la arrastró para golpearla, pero la joven fue auxiliada por la administradora y su ayudante, quienes lograron reducir al albañil y atarlo de pies y manos, hasta que la Policía llegó. La víctima sentó denuncia por violencia doméstica.
Pero, mientras la investigación apenas comenzaba, Severino Vallejos volvió a atacar a su expareja a las 23:00 horas del 3 de agosto. Esta vez no fueron golpes, sino una tentativa de feminicidio. Severino entró nuevamente al local, le reclamó a Adriana el que trabaje en ese lugar y luego sacó un cuchillo de cocina que le clavó en el vientre.
La nueva pareja de la joven, que estaba con ella, salió en su defensa y forcejeó con Severino hasta que él cayó al piso y salieron a la calle, donde finalmente Severino soltó el arma blanca. Unos policías que efectuaban un patrullaje por la zona intervinieron en la reyerta y aprehendieron a Vallejos.
La abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Lucy Mejía, informó que se hicieron cargo de la defensa de Adriana y hoy (ayer), en la audiencia de medidas cautelares del detenido, la fiscal Jimena Barrios lo imputó por el delito de tentativa de feminicidio y Severino Vallejos quiso someterse a un juicio abreviado aceptando su culpa.
“El Juzgado lo condenó a 20 años de cárcel, pena que equivale a dos tercios de los 30 años previstos para el delito de feminicidio. Eso prevé la ley cuando el delito no ha sido consumado”, explicó Mejía. (VocesLibres)