El activista, Rodolfo Rodríguez, uno de los detenidos y sentenciados por haber portado escudos y petardos durante una manifestación por la democracia en 2022, observó en las autoridades un trato diferenciado y políticamente sesgado hacia afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), quienes hicieron lo mismo durante las recientes marchas y no recibieron sanciones.
“Se ve que lo mismo manejan los del Movimiento al Socialismo y ahí se nota que para nosotros no hay derecho, para los opositores no hay derecho”, señaló el activista en contacto con Erbol. Rodríguez agregó que, como de costumbre, hay una diferencia entre cómo la Policía trata ciudadanos opositores al Gobierno, frente a seguidores del oficialismo.
Las observaciones surgen a raíz de que, en los enfrentamientos entre sectores masistas el lunes, personas afines al presidente del Estado, Luis Arce Catacora, portaban también escudos artesanales y petardos en inmediaciones de la Plaza Murillo, sin que la institución del orden lo impidiera, sino más bien replegándose a los extremos de la calle permitiendo que los “escuderos arcistas” desfilen por la calzada.
Rodríguez fue detenido en 2022 junto con siete “escuderos” movilizados, durante una marcha por la democracia convocada por el sector médico. En aquella ocasión, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, publicó fotografías de ellos acusándolos de portar “escudos artesanales, cascos, petardos y otro tipo de objetos”.
Del Castillo incluso alegó que se encontró dinamitas en su posesión, lo cual fue desmentido por familiares de los jóvenes, quienes aclararon que eran meramente petardos, elementos usados comúnmente en movilizaciones, de acuerdo con una nota de ANF.
El activista permaneció nueve meses encarcelado en San Pedro, recinto en el que sufrió agresiones y fue obligado a declararse culpable mediante juicio abreviado para obtener su libertad, según su padre y su abogada.
Rodríguez lamentó que los activistas de oposición tengan que ser encarcelados por tipos penales como porte o portación de armas y tengan que vivir con estos antecedentes en su prontuario.
Su padre, Juan Carlos Rodríguez, condenó que existan ciudadanos “de primera y de segunda”, en tanto algunos marchistas reciben protección y actúan bajo la vista gorda de la Policía, mientras que otros son perseguidos y detenidos.
La abogada del activista, Carmen Arista, expresó que este caso es una muestra de la politización de justicia, reflejó el portal noticioso Brújula Digital.