La huella que dejó este destacado profesor boliviano en la política, la educación y el servicio militar está siendo redescubierta a través de su archivo personal, que actualmente está siendo restaurado y catalogado por el Instituto Educativo Miguel de Cervantes y la historiadora Paola Oyanguren, en colaboración con la restauradora Tatiana Suárez, quienes nos cuentan hoy algunos detalles de este trabajo y del legado de Raúl Bravo.
Paola Villarroel Oyanguren y Tatiana Suarez Patiño.
La vida de Raúl Bravo Portocarrero (1906-1995) es un relato de servicio inquebrantable a Bolivia, una historia de compromiso con la educación, el deber militar y la política. Su influencia como profesor, veterano de guerra y legislador dejó un impacto profundo en la historia boliviana del Siglo XX, convirtiéndose en un modelo de liderazgo y dedicación.
Bravo comenzó su carrera como educador, obteniendo el título de Profesor de Estado en Ciencias Sociales. Sin embargo, su labor no se limitó a la enseñanza en aulas. Durante su tiempo como Director Nacional de Secundaria y Director General de Educación Rural, Bravo impulsó la fundación de más de 30 núcleos escolares campesinos y cerca de mil escuelas seccionales. Estas instituciones, situadas en zonas rurales, marcaron una revolución en la educación boliviana, brindando acceso al conocimiento a miles de niños y niñas que vivían en áreas alejadas y olvidadas por el Estado.
El impacto de estas escuelas se sigue sintiendo hoy. Se calcula que anualmente más de 20.000 estudiantes recibieron educación directa de las escuelas fundadas bajo su dirección. En las ciudades, también dejó un legado duradero, con colegios como el Germán Bush y el Instituto Miguel de Cervantes en La Paz, que aún siguen formando a jóvenes.
Bravo no solo fue un pionero en el campo educativo, también fue un veterano de la Guerra del Chaco. Durante este conflicto (1932-1935), Bravo alcanzó el rango de Teniente y fue galardonado con varias distinciones militares, como la Medalla al Mérito Militar. Su actuación en batallas decisivas, como la de Cañada Strongest, le valió el reconocimiento como Héroe Nacional por las Fuerzas Armadas de Bolivia, consolidando su estatus como un hombre de gran valentía y dedicación.
En el ámbito político, Bravo se destacó como Diputado Nacional, ocupando ese cargo en dos periodos diferentes. Como legislador, su principal enfoque fue la educación, presidiendo la Comisión de Educación y Cultura. Sin embargo, también fue un firme defensor de los derechos de los excombatientes de la Guerra del Chaco y sus familias, luchando por la implementación de bonos de compensación para los veteranos y las viudas. Fue representante de la legión de excombatientes durante décadas, defendiendo sus intereses con una determinación inquebrantable.
La huella que dejó Bravo en la política, la educación y el servicio militar está siendo redescubierta a través de su archivo personal, que actualmente está siendo restaurado y catalogado por el Instituto Educativo Miguel de Cervantes y la historiadora Paola Oyanguren, en colaboración con la restauradora Tatiana Suárez Patiño. Este proyecto, financiado por el Fondo Concursable Municipal de las Culturas y las Artes (FOCUART), busca preservar y hacer accesible la documentación que Bravo legó a la nación.
Este archivo, que abarca desde escritos sobre la Guerra del Chaco hasta reflexiones sobre la educación rural, ofrece una ventana crucial a la historia de Bolivia. Su conservación no solo es un tributo a su trabajo, sino una oportunidad para que investigadores y futuros líderes comprendan los desafíos y logros que marcaron el desarrollo del país. El legado de Raúl Bravo Portocarrero, como educador, héroe de guerra y político, sigue vivo, inspirando a nuevas generaciones.
A continuación, una breve línea de tiempo con los hechos más importantes y los homenajes conseguidos.
– Veterano condecorado de la Guerra del Chaco (1932-1935), alcanzando el grado de Teniente.
– Recibió múltiples condecoraciones militares, incluyendo la Medalla al Mérito Militar, la Cruz de la Hidalguía de Guerra, y reconocimientos por su participación en batallas importantes como Cañada Strongest.
– Declarado Héroe Nacional por las Fuerzas Armadas de Bolivia.
– Obtuvo el título de Profesor de Estado en Ciencias Sociales.
– Fue catedrático en varias universidades e instituciones de prestigio, incluyendo la Universidad Católica de Cochabamba y el Colegio Militar.
– Ocupó altos cargos directivos en el sistema educativo boliviano, como Director Nacional de Secundaria, Director Nacional de Escuelas Normales, y Director General de Educación Rural.
– Fundador de más de 30 núcleos escolares campesinos y aproximadamente mil escuelas seccionales.
– Condecorado con la Gran Orden de la Educación Boliviana en el Grado de Comendador.
– Diputado Convencional en dos ocasiones (1945 y 1967-1969).
– Presidente de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados.
– Periodista profesional y prolífico escritor, con numerosas publicaciones sobre historia, educación y temas militares.
– Miembro de número de la Sociedad Arqueológica de Bolivia y de la Sociedad Geográfica de La Paz.
– Representante de Bolivia en varios congresos internacionales de educación.
– Reconocido como «Gestor de la Autonomía Universitaria» por su participación en las convenciones universitarias de 1928 y 1929.
– Proclamado «Maestro de la Juventud» por la Federación de Estudiantes Profesionales de La Paz.
– Declarado Benemérito de la Patria en 1961.
– Recibió múltiples diplomas de honor y reconocimientos de diversas instituciones civiles y educativas.
– Presidente de la Confederación Nacional de Excombatientes de la Guerra del Chaco.
Comandante de la brigada scout “Maximiliano Paredes”
– Presidente de la Federación Departamental del Magisterio Pasivo de La Paz.
– Presidente de la Federación de Juntas Vecinales de La Paz (FEJUVE).