La policía peruana detuvo ayer al presidente de la federación peruana de fútbol junto a otras siete personas, en medio de una investigación fiscal por presuntamente integrar una presunta organización criminal y participar en delitos como lavado de activos, fraude, extorsión, coacción y falsedad genérica.
El fiscal coordinador contra el crimen organizado, Jorge Chávez-Cotrina, dijo a la radio local RPP que la investigación contra Agustín Lozano, de 53 años, se desarrolla desde hace más de un año y que el pedido de su detención se produjo para evitar un «peligro de obstaculización y fuga». La orden de detención es en total para 12 personas, pero sólo se han detenido al momento a ocho, dijo el fiscal.
Lozano es el segundo máximo dirigente del fútbol peruano detenido bajo una investigación fiscal. En 2018 su antecesor, Edwin Oviedo, dejó el cargo tras ser encarcelado mientras era investigado por otros delitos.
Las televisoras locales mostraron el jueves imágenes de la policía llevando a Lozano con las manos esposadas tras sacarlo de su vivienda. En el momento en que Lozano ingresó a un auto policial dijo a la prensa «esto se va a aclarar, sólo quiero pedir tranquilidad a mi familia y a todas las personas que confían en mí».
En otro punto de Lima, también se vio a policías rompiendo a mazazos la puerta metálica, pintada de rojo y blanco, del complejo deportivo donde entrena la selección peruana de fútbol.
Un documento fiscal de 140 páginas, obtenido por The Associated Press, indica que el grupo dirigido por Lozano buscaba «controlar la federación peruana de fútbol para beneficio propio y de otros». Se detalla que se modificaron acuerdos que otorgaban a los clubes locales de primera división la exclusividad sobre los derechos televisivos de sus encuentros, para beneficio de Lozano y su grupo.
El documento fiscal precisa que un denunciante indicó que la organización criminal «viene extorsionando a los clubes profesionales» indicándoles que «perderán la categoría si no ceden sus derechos».
Asimismo, se detalla que Lozano usó 1,8 millón de dólares de la federación para financiar vuelos, hospedaje, alimentación y transporte de 142 personas ajenas a la federación en 2022 durante el repechaje intercontinental entre Australia y Perú en Doha, donde la selección perdió 5-4 por penales y no se clasificó al Mundial de Qatar ese mismo año.
De igual modo, la fiscalía detalla que Lozano habría usado dinero de la federación para entregarlos a clubes de primera, segunda división y ligas departamentales «para asegurar votos a su gestión».