La Justicia dispuso ayer la detención preventiva por cinco meses de los dirigentes campesinos Humberto Claros y Ramiro Cucho, fieles aliados del expresidente Evo Morales, investigados por los supuestos delitos de terrorismo, alzamiento armado e instigación pública a delinquir.
La decisión judicial se dio a conocer tras la emisión de la Resolución 670-2024 del viernes 15 de noviembre del presente, tras una audiencia cautelar virtual. Claros fue enviado al penal de San Pedro de la ciudad de La Paz, mientras que Cucho cumplirá su detención en el penal de Patacamaya.
Claros, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) afín a Morales, fue aprehendido el jueves en Quillacollo, Cochabamba; mientras que Cucho, líder del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), fue detenido en Uncía, Potosí. Luego, ambos fueron trasladados a la fuerza anticrimen de La Paz para ser procesados.
El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, aseguró el jueves que se encontró “armamento y munición de guerra” en el domicilio del dirigente del Conamaq, elementos que fueron remitidos al Ministerio Público para fines investigativos.
Los detenidos encabezaron las protestas del Pacto de Unidad y el denominado Estado Mayor del Pueblo, quienes luego instalaron un bloqueo de caminos durante 24 días, principalmente en Cochabamba. Esta medida interrumpió el tráfico terrestre de oriente a occidente, ocasionando una pérdida económica de más de $us 2,2 millones al sector productivo, según datos oficiales.
En tanto, el dirigente de la sindical campesina “evista”, Ponciano Santos, también vinculado a este caso, se declaró en la clandestinidad desde el Trópico de Cochabamba y aseguró estar “a buen resguardo”. Santos también enfrenta acusaciones por terrorismo, financiamiento al terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad del Estado. Otro secuaz del “evismo” buscado por la Policía es el exministro, Juan Ramón Quintana. (EL DIARIO y agencias)