El dolor que persiste durante más de tres meses es considerado crónico y representa un problema de salud creciente en América Latina, que afecta no solo la salud física, sino también el bienestar emocional y social. Según estudios, 3 de cada 10 personas en la región padecen dolor crónico, una condición que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como una enfermedad en sí misma, no solo un síntoma, y que afecta significativamente la calidad de vida de las personas.
“Las causas del dolor crónico son diversas, incluyendo tratamientos inadecuados, automedicación y retrasos en el diagnóstico. Además, factores emocionales como la ansiedad y la depresión pueden agravar esta condición. A nivel mundial, la prevalencia de trastornos relacionados con el dolor ha generado un aumento en el ausentismo laboral y una carga económica importante”, explica el médico Marco Narváez especialista en el tema y presidente de la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT).
Para abordar este problema, el especialista comparte cinco consejos prácticos que pueden ayudar a los pacientes a superar el dolor crónico:
La identificación precisa de la fuente y la naturaleza del dolor es fundamental para un tratamiento efectivo. Existen herramientas como escalas de dolor y cuestionarios que permiten a los médicos comprender mejor las necesidades del paciente. «Un diagnóstico adecuado es el primer paso para desarrollar un plan de manejo que funcione», explica el médico.
No esperar a que el dolor se vuelva incontrolable. Buscar atención médica de manera proactiva puede marcar una diferencia importante en la calidad de vida del paciente. «La comunicación abierta entre el paciente y el médico es fundamental para ajustar el tratamiento de manera efectiva», añade Narváez y recomienda conversar con su médico cualquier cambio en los síntomas lo más pronto posible para evitar complicaciones.
Adoptar una alimentación saludable no solo contribuye al bienestar general, sino que también puede ser un factor clave en el manejo del dolor crónico. Incluir alimentos ricos en propiedades antiinflamatorias, como el pescado que contiene omega-3, nueces, frutas y verduras, puede ayudar a disminuir la inflamación y, en consecuencia, el dolor.
«El ejercicio puede ser un aliado poderoso en el control del dolor crónico», enfatiza el experto. Durante la actividad física, el cuerpo libera endorfinas, que actúan como analgésicos naturales, ayudando a reducir la percepción del dolor. Además, señala que incorporar el ejercicio en la rutina diaria no solo mejora la movilidad, sino también el estado de ánimo.
La calidad del sueño está estrechamente vinculada a la percepción del dolor, lo que resalta la importancia de establecer hábitos saludables. Implementar estrategias como establecer una rutina regular de descanso y crear un ambiente propicio para dormir, que incluya una habitación oscura y tranquila, así como evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse. Descansar apropiadamente no solo alivia el dolor, sino que también mejora el bienestar general, permitiendo a los pacientes enfrentar el día con más energía y optimismo.
El manejo del dolor crónico es un desafío que requiere un enfoque integral y personalizado. «Empoderar a los pacientes para que tomen un rol activo en su tratamiento es clave para mejorar su calidad de vida. La adopción de hábitos saludables, una comunicación abierta y un compromiso con el autocuidado pueden transformar la experiencia del dolor crónico en una vida más plena y activa. Para obtener más información sobre el manejo del dolor, no dude en consultar a su médico o especialista en salud”, concluye el experto.