Se denunció “violencia extrema” contra varios periodistas y camarógrafos, como agresiones, hostigamiento, ataques con piedras y dinamitas, e incluso amenazas de muerte.
Tras observar una jornada de violencia extrema en Parotani, la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y las nueve asociaciones departamentales del país exigieron al líder cocalero, Evo Morales, cesar todo tipo de agresiones hacia los trabajadores de la prensa que cubren los enfrentamientos en los puntos de bloqueo.
“Con indignación por la arremetida violenta contra periodistas, fotógrafos, camarógrafos y personal operativo de los medios de comunicación, exigimos al líder de los bloqueos, el expresidente Evo Morales, que instruya a sus seguidores para que ¡pare la violencia contra la prensa!”, señala un comunicado de la ANPB.
La ANPB exhortó el cese de la violencia hacia sus trabajadores y pidió la protección del Gobierno, a objeto de evitar que se acontezcan mayores vulneraciones en vista de que “los colegas fueron agredidos física y verbalmente, hostigados, rodeados y atacados con piedras y dinamitas, y amenazados de muerte”.
“Exigimos el cese de esta violencia al líder de los bloqueadores, protección del Gobierno y acompañamiento en terreno a la Defensoría del Pueblo”, se lee en el documento.
El representante del gremio periodístico indicó que el viernes, en la localidad de Parotani, 40 kilómetros al este de la capital valluna, se registraron actos de “violencia extrema” contra la integridad de varios periodistas que cubrían el operativo de desbloqueo de la carretera, en una jornada que concluyó con 14 policías heridos y 44 personas aprehendidas, según datos oficiales.
“Quítenles sus cámaras y quémenlos vivos”, exclamaban los bloqueadores y comunarios mientras hostigaban a la prensa desde sus viviendas, de acuerdo con los testimonios recopilados de periodistas que cubrieron los violentos enfrentamientos.
El comunicado menciona también que varios trabajadores recibieron pedradas lanzadas con hondas desde los cerros, además de hostigamiento y amenazas diarias por parte de seguidores de Morales. “Los integrantes de la ‘policía sindical’ se ponían como escoltas a nuestras espaldas viendo y escuchando lo que hacíamos. Nos amenazaron con quemarnos”, señalan.