Una columna de humo blanco se elevó desde el volcán Cumbre Vieja tras varias horas de calma alrededor de las 11.00 hora local (1000 GMT), según testigos de Reuters. Los expertos confirmaron que comenzó a expulsar lava a la misma hora.
Es algo «normal en este tipo de erupciones»», dijo Miguel Ángel Morcuende, director del comité de respuesta del Pevolca. El volcán «tiene continuidades y discontinuidades», señaló.
María José Blanco, también del Pevolca, dijo que los niveles más bajos de gas y un menor suministro de material dentro del cráter podrían haber causado la disminución de la actividad.
Desde el 19 de septiembre, la lava negra ha descendido lentamente por el flanco occidental del volcán hacia el mar, destruyendo más de 500 casas, así como iglesias y plantaciones de plátanos, según el programa de seguimiento de catástrofes Copérnico de la Unión Europea.
El portal inmobiliario español Idealista estimó ayer los daños en unos 178 millones de euros (209 millones de dólares).
En la jornada del lunes, dos lenguas de lava negra sobrecalentada rodeaban una colina al oeste de la pequeña ciudad de Todoque, a menos de un kilómetro del Atlántico, pero las autoridades dijeron que no podían asegurar cuándo podría llegar al mar.
Aun así, unos 300 habitantes de las zonas costeras de San Borondón, Marina Alta y Baja y La Condesa han sido confinados en sus casas, ya que el momento de contacto entre la lava y el mar probablemente desencadenará explosiones y emitirá nubes de gases con cloro. (Reuters)