Si bien según la secretaría, dependiente del Ministerio de Educación, la inmensa mayoría de los niños afectados acaba estudiando en algún centro, en el momento en el país existe aproximadamente unos 51.000 niños sin colegio por la violencia y que todavía continúan sin escolarizar especialmente en las zonas del Sahel o Boucle du Mouhoun, en el noroeste del país.
Burkina Faso experimentó en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, con ataques, obra tanto de la filial de Al Qaeda como la de Estado Islámico, lo que provocó una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.
El secretario general del Sindicato Nacional de Funcionarios de Educación, Koudougou Robert Kaboré, denuncia una psicosis en el profesorado. El Estado Islámico no quiere que se enseñe francés, lamenta Kaboré, mientras el Ministerio estima que cerca de 29.000 docentes aseguran que viven bajo amenaza, de acuerdo con el informe.
El Gobierno burkinés ha declarado su intención de que todos los niños de Burkina Faso afectados por la violencia acaben escolarizados antes de final de año. “Estamos construyendo espacios temporales de aprendizaje y capacitando a los docentes para hacer doble turno”, asegura el responsable de la secretaría, Germaine Kaboré, ante el temor que representa la falta de escolarización para los niños.
Según Save the Children, el peligro del reclutamiento forzado se dispara en el caso de los niños sin escolarizar, y en el caso de las niñas, las posibilidades de que se entreguen en matrimonio en zonas en conflicto aumentan en un 20 por. (Europa Press).